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El enólogo de Bodegas Nivarius, Pablo Tascón, con  las peñas de Viguera al fondo.
El enólogo de Bodegas Nivarius, Pablo Tascón, con las peñas de Viguera al fondo. / JUSTO RODRÍGUEZ

Un concepto, distintos orígenes

  • Palacios Vinoteca reanuda la temporada otoñal de lomejordelvinoderioja.com

  • El grupo riojano presenta el próximo día 30 sus blancos de Rioja y sus tintos de Ribera del Duero para el club de catas de lomejordelvinoderioja

Palacios Vinoteca, grupo vitivinícola nacido en el año 2012 con un concepto clarísimo de especialización y elaboración de vinos de calidad, protagoniza el regreso otoñal del club de catas de lomejordelvinoderioja.com. Pablo Tascón, enólogo de Nivarius -la única dedicada en exclusiva a la elaboración de blancos de Rioja-, presentará el próximo jueves día 30 las dos principales referencias de la bodega de Nalda, el Nivarius y el Nivei, junto con el Sete Bois, un albariño 100% de Rías Baíxas que el grupo elabora en una bodega alquilada de la zona del Salnés.

Pablo Tascón, 'hijo enológico' de Rafael Palacios, recuerda la apuesta del grupo por los blancos de Rioja y sus posibilidades: «Tenemos claro que Rioja también puede despuntar en blancos y para conseguirlo, en primer lugar, hay que creérselo». Nivarius se ha dotado de la última tecnología y ha llevado las nuevas plantaciones, especialmente de tempranillo blanco, a zonas frescas y altas (a partir de 700 metros), mientras que se abastece de viura, también fresca y de altura, de viticultores con cepas de más de 40 años: «El tempranillo nos sorprende cada vez más, aunque, eso sí, hay que entender que los rendimientos deben ser limitados, que son las zonas más altas y frescas las idóneas para el blanco y que la elaboración poco o nada tiene que ver con los tintos».

La cata

En este sentido, Tascón, que también trabaja con tintos en una nueva bodega separada junto a Nivarius que pronto saldrán al mercado, tiene claro que «la clave es dejar de entender el blanco como un vino menor; no se puede condicionar su vendimia porque hay que dejar espacio en la bodega para los tintos».

El enólogo presentará en primer lugar el Nivei 2013, resultante de 21 vinificaciones diferentes (variedades y parcelas) que, con una base de tempranillo blanco (30%) y viura (30%), se abre a un abanico varietal de las plantaciones de la bodega: malvasía, maturana blanca, sauvignon blanc y verdejo en el restante 40%. «Las plantamos con ese concepto de complemento, al menos hasta conocerlas, y creo que el resultado es un vino muy fresco, pero que, tras dos o tres meses de estancia con sus lías en los depósitos, ofrece también cuerpo y volumen», apunta Tascón.

El Nivarius 2013 -etimológicamente nevero, en referencia al concepto de blancos que elabora la bodega- es un vino más 'serio' de viura y tempranillo blanco exclusivamente. Tascón utiliza fudres de 3.500 litros madera de robles normandos, con un tostado muy tenue, donde vinifica y cría los vinos por separado -al igual que el Nivei por variedades y pagos- hasta decidir su ensamblaje: «La madera apenas aparece para sacar la mayor expresión primaria posible -continúa- en un concepto muy fresco, mineral, pero con un volumen importante en la boca».

En este sentido, el enólogo piensa en vinos de no consumo inmediato, sino que adquieren complejidad en la botella: «He tenido mi propia 'lucha' con el departamento comercial que quería ponerlo en el mercado para primavera, pero he conseguido aguantarlo en bodega hasta septiembre», bromea. «Es un vino que seguirá evolucionando a más durante al menos el primer año y medio en botella».

Pablo Tascón presentará también el albariño Sete Bois (siete bueyes), un vino de Rías Baixas de la zona de Salnés (donde trabajó años atrás), que concentra la mayor tradición del albariño: «Creo que será divertido probar también un Rías Baíxas, que sigue también el mismo concepto de vino gastronómico, aunque con una salinidad y mineralidad especial y las características propias del albariño».

Ribera del Duero

Del blanco al tinto, con el crianza 2011 y el reserva 2006 de Bodegas Trus. «'T' de tierra; 'R' de roble; 'U' de uva; y 'S' de sol'», explica Juan Carlos Martínez, enólogo de la bodega ribereña de Palacios Vinoteca. «Cultivamos 70 hectáreas de tinta fina (sinonimia del tempranillo) en la zona de Peñafiel, con una selección de clones de la zona y con la intención de expresar al máximo el 'terroir' de la zona». Martínez avanza que las diferencias con Rioja son notables, especialmente por el clima: «La viticultura allí es extrema, con heladas hasta el 30 de mayo y tempranas a mediados de septiembre, con lo que maduración se produce por la vía rápida y para ello el sol es fundamental».

Diferentes orígenes geográficos, diferentes variedades, diferentes vinos... pero un mismo concepto: el del grupo riojano Palacios Vinoteca. La cita, el próximo 30 de octubre.