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La diversidad es la esencia

  • Conde de Valdemar e InspiraciónValdemar, en el club de lomejordelvinoderioja.com

  • Ana Martínez Bujanda muestra, con una selección de seis vinos, las extraordinarias posibilidades de la diversidad de Rioja

En pleno debate sobre la conveniencia de rescatar del olvido la diversidad de los vinos de Rioja, Ana Martínez Bujanda y Gonzalo Ortiz (Conde de Valdemar e Inspiración Valdemar) mostraron para los aficionados de lomejordelvinoderioja.com las enormes posibilidades que ofrecen el catálogo varietal y la propia singularidad de los viñedos.

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  • FotosCata con Bodegas Valdemar

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Ana Martínez Bujanda presentó seis vinos que superan tópicos como el ‘clasicismo’ y la ‘modernidad’ y que son fruto de años de experimentación, incluso de replantaciones de variedades minoritarias en busca de los suelos, las altitudes y las orientaciones más aptas. La bodeguera, junto con el enólogo de la casa Gonzalo Ortiz, forma parte de la quinta generación de una familia de viticultores y se apoyó precisamente en la tradición para justificar su apuesta por vinos que rompen cánones sobre los Riojas más convencionales: «Innovamos gracias a la experiencia que tenemos; lo hizo en los ochenta y en los noventa mi padre, Jesús, con la bodega más tecnológica de Europa en su momento, con el lanzamiento de nuevos vinos y ahora seguimos el mismo camino con Inspiración Valdemar».

La bodeguera comenzó con dos blancos de una misma finca, Alto Cantabria, entre Logroño y Oyón. Allí, la familia plantó en 1974 viuras que hoy están en plenitud y, ya en este siglo, después de haber probado en otros viñedos, completó la finca con tempranillo blanco: «En 1998 el CIDA nos cedió 35 plantas y, después de muchas experimentaciones, nos hemos decantado por un vino fresco, sin madera, que trabajamos mucho con las lías porque nos gusta el perfil de la variedad», explicó Ortiz.

El Tempranillo Blanco Alto Cantabria 2015 aporta notas tropicales de las que adolece la viura y una boca muy redonda y grasa fruto de la estancia con sus lías: «Todavía estamos aprendiendo, pero apostamos por esta elaboración fresca y veremos en el futuro cuando las cepas vayan adquiriendo edad», apuntó Ana Martínez Bujanda.

Finca Alto Cantabria Fermentado en Barrica 2014 fue el primer blanco de Rioja que adoptó esta técnica (sí existían blancos de crianza, reserva e incluso gran reserva) en 1998. «Visitamos Borgoña, Chablis... y pensamos que un pequeño aporte de barrica iría a la perfección con nuestra viura», recordó Ortiz. El vino, con unas cepas en plena madurez, integra perfectamente las notas de roble y promete por delante unos años de garantizada evolución.

Ana Martínez Bujanda confesó su pasión por el Conde de Valdemar Gran Reserva, el vino ‘top’ de la bodega, cuya añada 2008 presentó en primicia: «Saldrá el mercado en unas semanas y es un vino atemporal, una selección de tempranillos antiguos de Rioja Alavesa, con pequeños aportes de graciano y garnacha que fermentamos por separado y finalmente ensamblamos». Elegante, delicado, fresco y que apenas ha comenzado a mostrar el largo recorrido que tiene por delante tras 31 meses en barrica y tres años y medio en botella.

Inspiración

Tras el gran reserva, la bodeguera presentó tres tintos, todos ellos ediciones limitadas (unas 10.000 botellas), de la colección Inspiración. Balcón de Pilatos Maturana 2012, el resultado de un trabajo de muchos años con la maturana tinta hallada por la Universidad de La Rioja en unos viñedo prefiloxéricos de Navarrete: «Tiene un potencial tremendo por su intensidad de color y, aunque en este caso lo presentamos como varietal es una uva extraordinaria para coupages», indicó el enólogo. En la cata el vino presenta un color vivo extraordinario, con aromas maduros y de los tostado de un roble americano muy seleccionado.

Las Seis Alhajas Graciano 2010 fue un empeño de Jesús, padre de Ana, por conservar clones de graciano en un momento en que el cabenet sauvignon parecía que se iba a imponer en Rioja (principios de los noventa) y amenazaba con llevarse por delante los pequeños restos de esta uva autóctona. Un vino espectacular, con potencia, estructura y que sólo Inspiración embotella en añadas en que la uva madura lo suficiente. «En las cosechas 2001, 2005 y la 2010, y tendremos también en la 2012», aclaró Gonzalo Ortiz.

Inspiración Edición Limitada 2011 (tempranillo con un 5% de maturana y otro tanto de graciano) puso el broche final. Potencia, intensidad, pero con la extraordinaria delicadeza de los viejos tempranillos de Rioja Alavesa. Es el otro vino ‘top’ de la casa, junto con el gran reserva que, con una composición varietal similar, poco o nada tienen que ver: «Tienen en común la elegancia y el equilibrio, pero son dos conceptos de elaboración perfectamente complementarios y muestra de la propia diversidad de Rioja», concluyó Ana Martínez Bujanda.

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