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La climatología favorece una mejor evolución de la maduración de la uva en su fase final y más decisiva

La climatología favorece una «mejor evolución de la maduración de la uva en su fase final»

  • Según explica el Consejo Regulador en la nota, la evolución de los parámetros analíticos se desarrolla con normalidad, con una lenta disminución de la acidez total y una estabilización en el pH

El cuarto control de maduración de la uva que ha realizado el Consejo Regulador en todo el territorio de la D.O. Calificada Rioja confirma, según ha indicado en una nota de prensa, que la climatología de los últimos diez días, con temperaturas más frescas y lluvias moderadas, ha condicionado una evolución más lenta de la maduración, que ha permitido alcanzar así un buen equilibrio entre los diferentes parámetros, lo que sumado al óptimo estado sanitario que presenta el viñedo incrementa si cabe las excelentes expectativas de una cosecha de gran calidad.

Los resultados de los análisis de las muestras tomadas por el Servicio Habilitado de Veedores del Consejo Regulador el lunes día 19 de septiembre indican que esta ralentización de la maduración situaría la vendimia en fechas tradicionales, con una semana de retraso respecto a la anterior campaña. Según explica el consejo en la nota, la evolución de los parámetros analíticos se desarrolla con normalidad, con una lenta disminución de la acidez total y una estabilización en el pH, ofreciendo en general un buen equilibrio madurativo. Por otra parte, si las altas temperaturas y ausencia de precipitaciones de agosto y primeros de septiembre habían provocado una estabilización del peso del racimo, la lluvia de estos días ha contribuido a un incremento moderado del peso de la uva.

La vendimia 2016, iniciada el 29 de agosto con las variedades blancas más tempranas, se ha ido desarrollando muy lentamente en las zonas más orientales de la Denominación, ya que en la primera quincena de septiembre apenas se había recolectado el 1% de la producción esperada. A diferencia de lo ocurrido el pasado año, es de prever que se lleve a cabo de forma escalonada a lo largo de los casi dos meses que tradicionalmente se prolonga, con su punto álgido entre la primera y segunda semana de octubre.

A fecha 21 de septiembre hay casi un centenar de bodegas recibiendo uva (serán en torno a 630 las que elaboren en la campaña) y se han vendimiado 21,43 millones de kg de uva tinta y 6,8 millones de kg de uva blanca. Pero la uva procede tan solo de unas pocas localidades de Rioja Baja y viñedos puntuales de las otras subzonas, por lo que el Consejo recomienda tranquilidad a los viticultores para esperar a que la uva alcance el punto óptimo de maduración, algo que resulta fundamental para obtener la máxima calidad del fruto cosechado.

El Boletín de Maduración elaborado con estos resultados por el Consejo Regulador especifica la localidad y paraje en que ha sido tomada cada una de las muestras, dato que sumado al de variedad, altitud y año de plantación del viñedo ‘testigo’ permite al viticultor establecer una comparación con sus propios viñedos en función de su ubicación y características, pudiendo así elegir adecuadamente la fecha de vendimia.