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Riojano, colorín, colorado...

Las imágenes que dejó ayer en Siete Infantes, desde el brindis de organizadores y patrocinadores, hasta las escenas de cata de los jóvenes y los puestos de las bodegas participantes.
Las imágenes que dejó ayer en Siete Infantes, desde el brindis de organizadores y patrocinadores, hasta las escenas de cata de los jóvenes y los puestos de las bodegas participantes. / MIGUEL HERREROS
  • La cata de vinos se despidió de Logroño hasta el año que viene con gran éxito de asistencia

La segunda jornada de la octava edición de la cata de vino más popular de España volvió a llevar a miles de logroñeses al barrio de Siete Infantes de Lara, pese a que a no salió el sol la mayor parte del día y el termómetro no ascendió más de los veinte grados.

Las veintiocho bodegas participantes comenzaron puntuales a repartir sus mejores vinos a todos los que se acercaban a la zona. Junto a ellas, los maestros artesanos ofrecieron sus tapas, pinchos y raciones para acompañar a los Riojas.

Al filo de la media tarde, ya eran muchos los logroñeses y visitantes que se iban acercando paulatinamente a las inmediaciones de las calles Juan II y Alfonso VI para comprar la copa serigrafiada para la ocasión y las cinco fichas naranjas, y así no quedarse sin ellas, como les ocurrió a los más tardíos. En la degustación predominó el público joven, que iba pasando de una bodega a otra degustando los vinos.

El consejero de Agricultura, Íñigo Nagore, la alcaldesa de Logroño, Cuca Gamarra, y el presidente del Consejo Regulador, Luis Alberto Lecea, protagonizaron el brindis de apertura junto con los responsables de lomejordelvinoderioja.com, portal organizador del evento con la colaboración de las empresas Argraf y Ramondín. Los tintos, rosados y blancos empezaron a correr por las copas de los asistentes, los cuales mezclaban un buen vino de la Denominación de todas partes de La Rioja -Baja, Alta y Alavesa- con una ración de embutido, paté o patatas, entre otras.

Los objetivos de la cata se cumplieron con creces, porque se promovió el vino y su consumo responsable entre los más jóvenes, la cata no derivó en un picnic gracias a la aportación de artesanos alimentarios y, lo más importante, los amantes de los vinos de Rioja pudieron disfrutar de ellos en esta tarde de verano.

Todos los que acudieron al evento, así como las bodegas y colaboradores, acabaron la jornada satisfechos por el buen resultado de la cata callejera más importante de España. Hasta aquí, la historia del Riojano Joven y Fresco de este año en Logroño; la próxima cita será en Zaragoza el próximo 12 de septiembre.