La tempranillo es posiblemente la variedad de uva tinta española de mayor calidad y fama mundial. Sin ninguna duda es originaria de la cuenca alta del río Ebro, en una zona comprendida entre La Rioja y Navarra. Según estudios recientes a partir del ADN, realizados por el Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino (ICVV) y el Instituto Madrileño de Investigación de Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA), se ha llegado a determinar su origen como un cruce entre la variedad blanca albillo mayor (turruntés), originaria de Castilla-León y descrita por Alonso de Herrera en el año 1513, y la variedad tinta benedicto procedente de Aragón, descrita por Nicolás García de los Salmones en el año 1914 y que en la actualidad se encuentra en trance de extinción.
La primera referencia escrita del tempranillo data del año 1512, donde Alonso de Herrera cita la variedad tinta aragonez, sinonimia de la tempranillo. Aparece más tarde en 1765, por J. A. Valcárcel, la primera cita escrita de la uva tempranillo, siendo posteriormente descrita en el año 1807 por Clemente y Rubio bajo la sinonimia de cupani en las localidades de Logroño y Peralta (Navarra). Así, los expertos piensan que su origen se remonta al siglo XV o incluso anterior.
Cien años más tarde, Manso de Zúñiga en el año 1905 describió de forma muy detallada la variedad tempranillo cultivada en La Rioja, y algunos años más tarde, en el año 1914, Nicolás García de los Salmones propone su posible origen en el valle del Ebro entre La Rioja y Aragón, anticipándose a su origen recientemente demostrado.
En España se cultiva en todas las comarcas vitícolas, con una superficie algo superior a las 200.000 hectáreas y situada en segundo lugar y muy cerca de la variedad blanca manchega airén. Destacan por su superficie las comunidades autónomas de La Rioja, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Navarra, Extremadura, Aragón, Cataluña, Valencia y País Vasco (Rioja Alavesa). También se la encuentra en Portugal, sobre todo en el Alto Douro, así como en el Alentejo; cultivándose de manera creciente y despertando verdadero interés, tanto en Italia y Francia, así como en países más lejanos como en Argentina, México, Chile, Australia, e incluso también en Estados Unidos.
Múltiples sinonimias
La variedad tempranillo presenta numerosas sinonimias u otras formas de definición, con más de 66 variantes que aparecen el Catálogo Internacional de Variedades de Vid, donde destacan las siguientes: cencibel (Castilla-La Mancha), tinta del país (Madrid), tinto fino (Ribera del Duero), tinta de Toro (Zamora), arganda, escobera o chichillana (Extremadura), jacibiera (Castilla-La Mancha), arauxa (Orense) y ull de llebre (Cataluña), tinta toriz y aragonés o aragonez (Portugal), valdepeñas (California) y luis hidalgo (Uruguay).
Como curiosidad en las últimas sinonimias citadas, está la denominación de Valdepeñas en California, cuyo nombre fue fruto de un error de lectura en unas tablillas de identificación, en un envío de material vegetal solicitado en los años sesenta por el Harold Olmo, ilustre profesor de la Universidad de Davis (California). Fue enviado por su colega, el también profesor e investigador Luis Hidalgo desde la colección de variedades de uvas españolas en la finca El Encín (Madrid). Le había solicitado varios tempranillos procedentes de diferentes lugares españoles y confundieron en las tablillas el nombre de la variedad tempranillo por su lugar de procedencia, Valdepeñas.
La otra sinonimia del tempranillo bajo el nombre de Luis Hidalgo en Uruguay, se debe a un homenaje de la enóloga Estela de Frutos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INAVI) a su profesor en viticultura Luis Hidalgo, antes citado como introductor de esta variedad en este país sudamericano. El nombre de tempranillo procede de su maduración temprana y se ha utilizado con pequeñas diferencias ortográficas para nombrarla de diferentes formas como: tempranillo, tempranilla, temprano o temprana.
En el año 1765, J. A. Valcárcel la describió como una uva de hollejo resistente, sarmientos fuertes y con una maduración temprana en unos 15 días respecto de la garnacha tinta y de donde sin duda alguna deriva el término tempranillo, apareciendo por primera vez este nombre en una referencia escrita.
Desde entonces y superando las crisis del oidio, mildiu y sobre todo de la filoxera hacia finales del siglo XIX, esta variedad ha tomado carta de naturaleza por su extraordinaria calidad y sobre todo tipicidad, primero en el ámbito nacional durante el siglo XX como variedad principal en Rioja, y después conquistando otras zonas productoras a nivel mundial.