lomejordelvinoderioja

Compromiso con el origen

Elena Adell, en un momento de la cata en el Hotel Gran Vía de Logroño. :: Justo Rodríguez
Elena Adell, en un momento de la cata en el Hotel Gran Vía de Logroño. :: Justo Rodríguez
  • Elena Adell muestra la versatilidad de uno de los grandes grupos vitivinícolas del mundo y su apuesta por Rioja como bandera de los vinos españoles

  • Pernod Ricard Bodegas, en el club de catas de lomejordelvinoderioja.com

logroño. Bodegas con marcas líderes en Australia, Nueva Zelanda, California, Argentina y España. Más de 2.000 empleos y unas ventas de unos 15 millones de cajas de vino. Así es, a grandes rasgos, Pernod Ricard Winemakers, la división de vinos de la compañía francesa. Pernod Ricard Bodegas es la filial española que, con Rioja como punta de lanza (Campo Viejo, Ysios y AGE), elabora también en Ribera del Duero, Rueda y Navarra. El grupo es uno de los gigantes vitivinícolas mundiales que, tras la adquisición de Allied Domecq en el año 2005, hizo una apuesta por marcas históricas como Campo Viejo y Azpilicueta hasta convertirlas en líderes en exportación y el mercado nacional en segmentos premium.

Elena Adell, enóloga jefe de la división española, es responsable en gran parte de la 'actualización' y el lanzamiento de nuevos vinos, algunos de los cuales presentó el miércoles por la noche en el club de catas de lomejordelvinoderioja.com.

Campo Viejo puso en marcha en el 2013 una bodega experimental consciente del reto enológico que suponía la aparición de nuevas variedades de uva, especialmente blancas, que la bodega hincó en tres parcelas experimentales en Logroño, Alfaro y Ordoyo (Quel): «Hemos trabajado con 40 protocolos en dos años y sacamos cuatro vinos nuevos en el 2013 y otros cinco en el 2014». explicó Adell. «Estamos estudiando cómo se expresan estas nuevas variedades, con cultivos en diferentes zonas, suelos y altitudes y con distintas elaboraciones; para nosotros, los técnicos, este 'laboratorio' es una gozada».

La enóloga no oculta que su primer gran 'flechazo' ha sido con el tempranillo blanco: «Tiene mucho nervio, una acidez consistente, y, según como lo elabores, perfiles aromáticos que van de un extremo (frutal) al otro (floral)». Adell presentó dos tempranillos blancos, recién sacados del depósito (de la añada 2014), sin madera, y con las etiquetas Cata OOO -línea de experimentales que Campo Viejo saca al mercado en su tienda 'on line' (www.tiendapernodricard)-. El primero, elaborado de forma convencional y del que la enóloga logra obtener una intensa carga frutal y, el segundo, un sorprendente vino de maceración carbónica: «Pensamos que si iba bien para el tempranillo tinto por qué no iba a funcionar también en el blanco». El resultado es un vino nada al uso: el perfil de plátano presente en las elaboraciones tintas de uva entera aparece en este blanco, hasta el punto de que en cata ciega no sería fácil ni siquiera acertar con el color. Un vino interesante y sorprendente, aunque su color (amarillo, casi dorado) no se adapta a los estándares del mercado.

Félix Azpilicueta Colección Privada 2012 juega en otra 'liga'. Adell no ocultó su «satisfacción» por la apuesta de ella misma y su equipo por la viura: «Nunca hemos tratado excesivamente bien a la viura y pensamos hace unos años que si cultivábamos y elaborábamos pensando en blancos y no en tintos podíamos hacer un gran vino». Félix Azpilicueta acaba de ser elegido mejor blanco de España en los premios Bacchus y el perfil aromático, sin ser exagerado, muestra una fruta no tan plana como se decía y pensaba, y, sobre todo, un paso por boca largo, fresco y capaz de combinar prácticamente con cualquier plato.

Azpilicueta Rosado 2014 es otro 'empeño' de Elena Adell: «Estamos ante los vinos tecnológicamente más difíciles, más prácticos porque maridan con casi todo, pero que siempre hemos considerado menores». La enóloga ha trabajado mucho el color en este vino (pálido y vibrante), con una importante cantidad de viura (60%) sobre un resto de tempranillo: «Es un vino que, realmente, quita la sed, en el que la viura aporta sus propios aromas a los de la uva tinta y que, a mí al menos, me transmite muy buenas y placenteras sensaciones».

Los tintos

Azpilicueta Origen 2011 es el último lanzamiento de Pernod Ricard Bodegas. Un vino elaborado exclusivamente con uvas de Fuenmayor -sede de Bodegas AGE, cuya primera inicial responde precisamente a la familia bodeguera Azpilicueta, que en los años 60 se fusiona con las sagas García y Entrena-: «Hemos seleccionado tres pagos totalmente diferentes, aprovechando la extraordinaria diversidad de suelos y microclimas del municipio y cada vino se ha criado en un roble francés diferente con el fin, precisamente, de sacar el máximo partido al origen». Adell no ocultó que Azpilicueta es una marca muy especial desde el punto sentimental, ya que comenzó con el grupo en Bodegas AGE. En la cata, el vino es potente sin excesos, riquísimo en complejidad y elegancia por todos los lados. Un muy buen Rioja moderno.

Para el cierre, la enóloga seleccionó Campo Viejo Reserva 2009 y Campo Viejo Reserva 2008, dos conceptos clásicos para una marca histórica, que mezcla uvas de todas la denominación y la variedades tempranillo, mazuelo y graciano. Elena Adell pedía a los aficionados un «nuevo acercamiento» a estos vinos y no le faltan razones: «Campo Viejo ha estado en las mesas de nuestros padres, pero ahora estos vinos, si bien respetan esa idea de mezcla de zonas y uvas, lo que para nosotros los convierten en los más divertidos de elaborar, se han adaptado a los nuevos tiempos». Y, así es, potencia sin abuso, colores intensos..., y con recuerdos a perfiles clásicos con presencia de la madera, pero dos vinos totalmente actualizados.