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La Unesco aparca la candidatura del Paisaje Cultural del Vino y concede dos años para redefinirla

La Unesco aparca la candidatura del Paisaje Cultural del Vino y concede dos años para redefinirla

  • El informe de la consultora Icomos manifiesta serias dudas sobre la ampliación de la zona núcleo original

Icomos, el organismo asesor de la Unesco para la declaración de bienes Patrimonio de la Humanidad, ha echado para atrás la candidatura del Paisaje Cultural del Vino y el Viñedo de La Rioja y La Rioja Alavesa. En un informe remitido al Ministerio de Cultura, organismo que coordina la iniciativa promovida por los Ejecutivos riojano y vasco, da un plazo de dos años a los impulsores para redefinir la misma y deja apenas sin opción el intento de ampliación de la zona núcleo original (el 'rombo' entre Haro, Laguardia, Nájera y Logroño) a prácticamente el conjunto de la DOC Rioja.

La respuesta no es negativa, como podía haber sido, ya que deja un margen de dos años para corregir las deficiencias encontradas e intentar una nueva declaración, aunque el informe deja claro que, si no hay cambios (principalmente reduciendo la zona propuesta), no se podrá optar a ella.

En este sentido, Icomos analiza varios puntos en los que considera que el expediente no justifica «la excepcionalidad pretendida» y que se requiere para que un bien sea declarado Patrimonio de la Humanidad. En primer lugar, sobre el análisis comparativo respecto a otras zonas vitícolas del mundo, Icomos concluye que los argumentos aducidos -sentido de identidad, condiciones climáticas, suelos, clima, orografía...- «son compartidos, de diferentes maneras, por otros territorios». Respecto a la justificación del valor universal de la candidatura, Icomos considera que lo argumentado (historia de la viticultura, mezcla cultural y diversidad del viñedo) «tampoco se justifica» al considerar que «muchos rasgos del bien propuesto son comunes a muchos otros paisajes culturales, especialmente en Europa».

Igualmente, Icomos cuestiona los motivos empleados para acreditar la integridad y la autenticidad exigibles a un bien candidato, de forma que concluye en su recomendaciones que la candidatura en general «se centra en factores que son comunes a todos los paisajes históricos de viñedos europeos y no logra destacar las posibles especificidades pretendidas».

El organismo consultor de Unesco, de hecho, ya reclamó el pasado mes de octubre información adicional para solucionar estos defectos, y pese a que entre las respuestas se incluyó una reducción notable de la zona propuesta, Icomos insiste que se sigue sin «demostrar de manera convincente que los valores del bien propuesto destacan respecto a otros paisajes similares».

Delimitación del bien

Las principales dudas de la candidatura tienen que ver con la ampliación de la denominada zona de amortiguación, es decir, la inclusión de todo los municipios riojanos de la DOC, entre ellos los de La Rioja Baja. De hecho, Icomos se pregunta por qué, una vez ampliada a casi toda la denominación de origen la zona protegida, «se excluye la porción de Navarra, sin que se acredite cómo esta parte no cumple con los criterios selectivos aplicados al resto». Icomos insiste en que, después de solicitar información adicional sobre «cuáles eran los criterios considerados para dibujar los límites entre el bien propuesto y la zona de amortiguamiento», las respuestas no son convincentes.

En este sentido, el organismo asesor de la Unesco argumenta que, si bien en principio el conjunto de la denominación Rioja podría coincidir a priori con un paisaje coherente, la realidad es que «la densidad de patrimonio es mucho mayor en el lado occidente al área (la Sonsierra) que en las tierras bajas fluviales, que exhiben una reducida integridad por las infraestructuras industriales desarrolladas». Icomos alude también al crecimiento expansivo de la DOC Rioja en las últimas décadas («hasta un 60% entre 1985 y 2011») y advierte de los impactos negativos que han tenido «infraestructuras energéticas y turísticas, que han deteriorado la integridad visual de la región».