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Rioja cierra la vendimia más temprana

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En el interior del lago, el pasado jueves 8 de octubre, en Bodegas Abel Mendoza. / Sonia Tercero
  • Con el Pilar se termina la vendimia más temprana de las últimas décadas, que acaba en algunas zonas cuando apenas habría empezado otros años

A típica. Es el adjetivo que mejor resume la vendimia 2015, que concluye este puente del Pilar cuando las referencias históricas sitúan dicha fecha como la generalización de la recogida: «Por el Pilar, todos a vendimiar», dice la sabiduría popular. Adelanto y rapidez, incluso 'exprés' en las comarcas de Rioja Alavesa y Alta, caracterizan la actual vendimia, con una maduración casi 'homogénea' que muy pocos recuerdan, de forma que las zonas más altas y frescas se han vendimiado con antelación a las bajas y habitualmente más tempranas.

El cambio climático está en la mente de todos los viticultores que han visto como hace dos años (2013) la vendimia llegaba con el mayor retardo de las últimas tres décadas y, apenas dos campañas después, concluye con una antelación que nadie recuerda: «Jamás en mi vida, pero no tanto por empezar temprano, que también, sino por acabar tan pronto», afirma el viticultor de San Vicente Abel Mendoza. «Cuánto más quieres conocer la viticultura -continúa-, más te sorprende; este año ha sido una 'cura de humildad' de cojones».

Abel Mendoza, como muchos otros, se ha quedado sin vacaciones: «Nos vamos habitualmente la primera semana de septiembre, pero todo ha ido a una velocidad desconocida». El viticultor terminaba el último lago para su maceración carbónica 'Jarrarte' el pasado 8 de octubre -empezó el 16 de septiembre con el blanco-, mientras que Marcos Eguren (Viñedos Sierra Cantabria, San Vicente, y Viñedos de Páganos, Laguardia) tiene también ya toda la cosecha en las bodegas: «1994 fue también un año temprano, con sequía, pero una con maduración más irregular». «Esta vendimia -continúa- maduraban al mismo tiempo las uvas de arriba de la Sonsierra que las de abajo cercanas al río; algo increíble».

Rioja cierra la vendimia más temprana

La calidad parece fuera de toda duda -especialmente tras las malas experiencias de 2013 y 2014- pero, precisamente, las extrañas circunstancias de la campaña, hace que viticultores y bodegueros sigan con la mosca detrás de la oreja: «Diría que puede ser incluso inolvidable, pero hasta el rabo todo es toro», sostiene Miguel Ángel de Gregorio (Finca Allende, Briones, y Finca Nueva, Navarrete). De hecho De Gregorio terminó el pasado sábado la vendimia cuando el año pasado ni tan siquiera había empezado: «Las primeras uvas del 2014 las metimos el 16 de octubre, así que poco más hay que decir sobre este asunto». Tampoco quiere aventurarse demasiado Abel Mendoza: «Sin duda mejor que el 2013 y el 2014, pero quiero ver qué pasa en la bodega antes de hacer un pronóstico porque sigo sin fiarme de un año tan extraño».

Elevado grado alcohólico

El principal 'pero' de la añada -además de la piedra del 31 de agosto- es el generalizado elevado grado alcohólico, con una madurez de azúcares muy rápida y una fenólica más retrasada inicialmente que, gracias al extraordinario tiempo de septiembre, ha podido equilibrarse incluso en los viñedos con más carga: «Con todo lo 'fácil' que ha sido esta vendimia en el campo por el buen tiempo que hemos tenido en septiembre y octubre, en bodega va a haber que estar pendientes para no extraer taninos verdes y vegetales». «Creo -continúa Eguren- que la añada será muy buena, pero quizás le falta un chispa de magia para ser espectacular, probablemente en nuestra zona porque las noches de septiembre, pese a que han sido frescas, no lo son tanto como las de octubre».

Lauren Rosillo (Finca Valpiedra, Fuenmayor, y Viña Bujanda, Oyón) coincide en el diagnóstico: «Para mí es muy buena, pero no todo lo excelente que esperaba a priori». Valpiedra es una finca temprana, de suelo de cascajo, y Rosillo acabó el 26 de septiembre, una fecha habitual para él, pese a ser un viñedo de Rioja Alta: «Es por nuestro suelo y microclima, pero sí que este año nos hemos ido a 14 grados, cuando para nosotros lo normal es 13 o 13,5º a lo sumo».

Rioja cierra la vendimia más temprana

El enólogo entra de lleno en el debate: «Para mí, sí es un problema el elevado contenido alcohólico; hay zonas cálidas españolas que son de 15 grados, pero no 'pega' en la tipicidad de Rioja y, sin embargo, está siendo lo habitual». «En las etiquetas -continúa- se 'redondea' además a la baja y hay que empezar a plantearse nuevas técnicas vitícolas».

En Valpiedra, con un rendimiento medio de 5.000 kilos, la vendimia fue «rodada», aunque en Viña Bujanda (Oyón) no empezó tan bien: «Las primeras uvas entraron un poco verdes y luego la bendición de tiempo que hemos tenido nos ha permitido esperar y que con una calidad muy buena».

La Rioja Baja

La vendimia ha sido más larga en la subzona Baja. Empezaron antes y acaban en fechas habituales. Francisco Ruiz Jiménez (Viñedos Ruiz Jiménez, Calahorra) termina estos días con la garnacha. «Ha sido muy atípica también -explica- pero más que por las fechas, porque han sido los viñedos más altos los que antes estaban listos para la vendimia y eso no es habitual».

Este viticultor ecológico señala que «las altas temperaturas del verano favorecieron a las zonas más frescas y supongo que habrá que ir adaptándose al cambio climático o lo que sea lo que está pasando».

Ruiz Jiménez matiza que «las cepas plantadas en zonas de viña han madurado perfectamente, mientras que las de 'no viña' [más bajas y con mayor carga productiva] les ha costado bastante más, pero al final se han beneficiado del extraordinario tiempo que hemos tenido».

El viticultor, que ya ha descubado varios depósitos, sí cree que la añada en su zona al menos (la Sierra de los Agudos) es excelente: «Los vinos están 'limpios' como nunca, con un olor a uva extraordinario en la bodega; para mí, con una calidad como en el 2005».

La graduación elevada, coinciden todos, es la nota más común de la cosecha 2015 si bien la estructura de los vinos acompaña. ¿Qué está pasando? En apenas dos años se han visitado los extremos: de la tardía y complicadísima 2013 y a la temprana y 'sencilla' 2015: «Nos 'tocaba' una cosecha así después de los dos años anteriores, pero sí es cierto que hay que empezar a pensar qué pasa; el grado es elevado pero afortunadamente le acompaña la frescura [acidez] y hay fruta y taninos para enamorar, gracias a que hemos tenido un tiempo magnífico con viento norte», indica Miguel Ángel de Gregorio. En el 2014 hubo todo lo contrario, agua y calor, y la botrytis campó a sus anchas: «Si es cambio climático que lo digan los expertos, pero antes había cuatro estaciones y ahora tenemos dos», apunta Abel Mendoza. «Las heladas, y no son deseables para nadie -continúa- eran 'reguladores naturales de producción' y las había cada dos, tres o cuatro años; ahora ni las conocemos».