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La 'otra España' vitivinícola

La otra España vitivinícola

  • El 56% del vino exportado es granel, y eso lastra la imagen colectiva

Mientras en Rioja sigue abierto el debate sobre la zonificación y la posibilidad de clasificar los diferentes terruños por calidad, mientras los críticos y consumidores internacionales se rinden ante la diversidad de las variedades, climas y estilos de los vinos españoles y los esfuerzos en materia vitícola y enológica están dando sus frutos y mejorando la calidad de los vinos en toda nuestra geografía, existe otra realidad vitivinícola en España que no se puede obviar.

Esta no es otra que la que supone el mayor volumen de vino exportado de nuestro país, la forma de vida de extensas zonas vitícolas y que, en cierto modo, también condiciona la imagen de los vinos españoles en el mundo: me estoy refiriendo al sector del vino a granel.

Según datos del Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV) en el año 2014 España lideró el comercio mundial del vino con unas ventas de 22,6 millones de hectolitros, aunque fuera consecuencia de una cosecha histórica en cantidad. Pero la realidad es que el 56% del vino vendido, unos 12,6 millones de hectólitros, salió en forma de granel a terceros países principalmente a Francia, nuestro principal cliente.

Este dato, que es preocupante, se agrava si tenemos en cuenta el bajo precio medio de estos graneles, 0,37&euro/litro, que acaba suponiendo un importante lastre para el precio medio de las exportaciones de vino español, 1,1 &euro/litro, muy lejos de los obtenidos por nuestros competidores tradicionales como son Francia (5,37&euro/litro) y más en concreto Italia (2,50&euro/litro).

La coexistencia de estas dos realidades dentro del mercado del vino español, la de los vinos de calidad embotellados y la de los vinos a granel, obedece a una producción que es cuatro veces superior a la demanda interna. Ante este escenario, las bodegas de zonas tradicionalmente granelísticas han optado por ofrecer sus vinos a terceros países, que se aseguran un suministro de vino de calidad que mitiga los efectos de sus malas cosechas, a precios muy bajos, en lugar de buscar aportar valor añadido a sus vinos.

Inevitablemente, esta situación lastra la imagen del vino español en el exterior a la vez que penaliza el precio medio de las exportaciones de vino españolas. Es evidente que hay que aunar esfuerzos y poner los recursos necesarios para apostar por el embotellado frente al granel, lo que nos permitiría cambiar la percepción de nuestros vinos y sobre todo dar valor añadido a las exportaciones, pero se trata de un proyecto a largo plazo que va a exigir paciencia y tenacidad.

El modelo italiano

En este sentido, el modelo a seguir debería ser el de Italia que en los últimos 15 años ha conseguido en buena medida revertir esta situación. En el año 2000 Italia exportaba un 48,7% de su vino a granel mientras que España estaba en el 41,7% mientras que el precio medio estaba para ambos países en 1,41&euro/litro. En 2014 Italia había conseguido reducir las exportaciones de granel hasta el 27,6% y aumentar el precio medio hasta 2,5&euro/litro mientras que España había pasado a exportar el 56% a granel, a costa del vino embotellado, reduciendo el precio hasta los ya mencionados 1,1&euro/litro.

Observando el ejemplo de Italia, tenemos todos los mimbres para poder reencauzar esta situación. Tenemos una imagen de país y de nuestros productos que sirve de reclamo en todo el mundo; la gastronomía española está de moda y debería ayudar a posicionar nuestros vinos en el mercado exterior; y cada vez se abren más restaurantes de comida española y de tapas que ofrecen la posibilidad de ser una canal efectivo y directo para dar a conocer nuestros vinos a los consumidores como durante décadas lo han sido los restaurantes italianos diseminados por el mundo.

Pero nos sigue faltando la confianza para saber posicionar nuestros productos, ese sentido del marketing que parece innato en otros países, la cohesión dentro del sector que nos permita avanzar todos juntos y sobre todo el esfuerzo comercial por parte de las bodegas y las instituciones para lograr poner al vino español en el lugar que se merece.