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El vino, clave en la 'Marca España'

El vino, clave en la 'Marca España'

  • El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente apuesta por la promoción el vino y el enoturismo dado su gran potencial de crecimiento y de aportación al desarrollo de la economía rural

El subsecretario del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Jaime Haddad, ha abogado por la promoción el vino y el enoturismo, huyendo de tópicos y dentro del paraguas de la "Marca España", dado su gran potencial de crecimiento y de aportación al desarrollo de la economía rural.

Así lo ha planteado Haddad durante la inauguración del IX Congreso Nacional de Enoturismo, que se celebra hoy y mañana en Madrid, organizado por Aliter, y en el que participan bodegas, agentes económicos y sociales, y expertos del mundo del vino.

Para Haddad, el enoturismo es un segmento de calidad y de alto poder adquisitivo, que favorece el turismo de interior frente al "sol y playa", algo "tremendamente importante para la vertebración de las zonas rurales" del país.

Ha resaltado que España tiene las mejores condiciones para impulsar el enoturismo, que requiere de la conjunción de sinergias entre vino y turismo para presentar una oferta atractiva.

Durante su intervención, Haddad ha apuntado que Rioja, Ribera del Duero, Jerez, Penedès o Ribera Sacra son algunos ejemplos que evidencian el "excelente maridaje" entre vino y turismo.

La gran tradición vitivinícola española y las expectativas de crecimiento del turismo enológico aconsejan "un debate sereno" que permita al sector adoptar las mejores decisiones.

Ha destacado que, en el ámbito anglosajón, el vino es distintivo de calidad y de sofisticación y, ahí, "España es un referente".

Ha valorado que el vino es una fuente de riqueza, empleo y cohesión territorial, así como los grandes esfuerzos de las bodegas en investigación, modernización de estructuras y tecnología y por afianzar la calidad, claves de su competitividad actual.

España se sitúa en el "podium" de los tres mayores productores de vino, junto a Francia e Italia, y según el ránking del foro económico mundial de Davos de 2015, tiene el sector turístico más competitivo del mundo, ha destacado Haddad.

Para los expertos reunidos en Madrid, el enoturismo es un "negocio en sí mismo" para las bodegas -que ganan por las visitas, la venta directa y el reconocimiento de marca- y al tiempo dinamiza la economía rural -con la hostelería, la restauración o el comercio, actividades que generan además impuestos al Estado-.

El presidente de la Asociación española de Enoturismo, José Antonio Vidal, ha señalado que, sólo en España, los últimos datos disponibles de 2015 reflejan que los establecimientos asociados a las Rutas del Vino de España recibieron 2,24 millones de visitantes.

Pero, después de 20 años de actividad enoturística en España, el sector "no es suficientemente conocido a nivel nacional y tampoco está posicionado a nivel internacional", ha afirmado Vidal.

En EEUU y Centroeuropa, practican enoturismo más de 96 millones de personas, que aportan el 20 % de los ingresos de las bodegas, ha detallado Vidal.

La AAE ha defendido la unidad entre los agentes implicados y la creación de un Instituto de Enoturismo de España que trabaje en investigación, formación, innovación y competitividad.

"Debemos convertir nuestro enoturismo en referente internacional, formando parte de la Marca España", ha insistido el presidente.

"Lo ideal sería dar el salto internacional como red de establecimientos bajo el concepto Enoturismo de España", pero hasta que el sector no se consolide en el mercado doméstico Vidal entiende que la salida del exterior no debe hacerse de forma masiva, sino con establecimientos con rigurosos estándares de calidad.

Por su parte, el director del Observatorio español del Vino (OEMV), Rafael del Rey, ha indicado que nuestro país recibe 68 millones de visitantes al año, pero aún existe potencial de crecimiento en todas las esferas del turismo, para que se generen más movimientos desde las costas hacia el interior y para desestacionalizar las visitas.

Según Del Rey, el enoturismo tiene que atraer visitantes nacionales y, sobre todo, internacionales, que aporten visitas a las bodegas, impulsen la venta de productos y el gasto en las comarcas.

Para eso, en su opinión, se necesita formación en turismo y actividades atractivas para toda la familia y no solo para expertos.

"Hay pocos países que reciban esa cantidad de gente en su casa, dispuestos a conocer lo que aquí hacemos, lo que se come y lo que se bebe", por lo que debe aprovecharse este potencial para fomentar el reconocimiento de la Marca España y lograr la fidelización de compra de vinos entre los visitantes extranjeros, ha añadido.