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La viticultura, ¿un nuevo cultivo en La Rioja?

Trabajo de poda en un viñedo riojano. :: Justo Rodríguez
Trabajo de poda en un viñedo riojano. :: Justo Rodríguez
  • La viticultura actual nada tiene que ver con la que hacían nuestros abuelos y habría que preguntarse si, entonces, conocemos realmente los viñedos

  • Los drásticos cambios en el viñedo en los últimos 30 años obligan a la reflexión

Hace unas semanas, mientras mantenía una conversación con un reputado profesor de viticultura, estando hablando yo sobre la antigüedad del cultivo de la vid, pero él me interrumpió bruscamente e hizo una reflexión que me dejó pensando varios días y que a la postre me ha impulsado a escribir este artículo. El profesor, con gran reconocimiento a nivel nacional e internacional, se preguntó en voz alta si no era la viticultura el más nuevo de los cultivos agrícolas actuales; si no han sido tantos y tan variados los cambios que se han producido en el cultivo de la vid en los últimos años que hacen que estemos frente a un cultivo 'nuevo' y por lo tanto desconocido en gran parte.

Días después, don Manuel Ruiz Hernández expuso en una jornada organizada por la Unión de Agricultores y Ganaderos de La Rioja (UAGR) su particular visión sobre el cambio climático y su influencia en el viñedo. La visión de don Manuel, basada en la observación, estudio y experimentación tras muchos años de arduo trabajo, viene a concluir que el cambio climático afecta de forma positiva a algunos parámetros (menos heladas primaverales) mientras que lo hace de forma negativa a otros (noches más cálidas en la época de maduración). También concluye que algunos de los cambios imputados al calentamiento global no son solamente responsabilidad de este. Así por ejemplo el aumento del contenido de azúcar en la uva es responsabilidad a partes iguales del cambio climático, de los cambios tecnológicos en bodega y de los cambios ocurridos en el cultivo de la vid en estos últimos años. Los cambios en el cultivo de la vid de nuevo.

Los pasados meses de enero y febrero celebramos unas jornadas técnicas en Vivanco tituladas 'Cómo cuidar los viñedos para que vuelvan a vivir 100 años'. En ellas se habló principalmente de las enfermedades de madera de la vid (EMV), también conocidas como 'el cáncer del viñedo' o 'la filoxera del siglo XXI'.

Se trata de un complejo de hongos que atacan la madera de la vid, provocando en último término su muerte prematura. Estas EMV están señaladas como las responsables de que la esperanza de vida de los viñedos que plantamos actualmente sea muchísimo menor que la de aquellos que plantaban nuestros abuelos.

Pero en aquellas jornadas también se plantearon otros puntos de vista sobre este problema: ¿Son estos hongos la causa del problema o una consecuencia más de la 'nueva' viticultura? Curiosamente la expansión de los hongos implicados en las EMV coincide temporalmente con los cambios más importantes que ha sufrido el cultivo de la vid -si exceptuamos la aparición de la filoxera- desde hace más de 2.000 años. Es curioso conocer cómo alguno de estos hongos ya fue identificado a principios del siglo XX o que el agrónomo romano Columella describió síntomas similares a algunas de las EMV actuales. Siguiendo estas reflexiones, ¿pudiera suceder que estos hongos han convivido en equilibro con las vides hasta que hace unos años hemos roto este equilibrio?

Desde hace poco más de tres décadas hemos vivido en el viñedo cambios drásticos al respecto de los métodos de producción de plantas de vid, la selección del material vegetal, la aplicación de fertilizantes, herbicidas, fungicidas., la instalación de riego, el incremento productivo, la mecanización casi integral, el peor cuidado de los viñedos buscando un ahorro en costes, etc.

Sin duda todo esto ha provocado que la viticultura que conocieron nuestros abuelos poco se parezca a la viticultura actual. No hay duda de que la reflexión del profesor estaba en lo cierto: Estamos trabajando con un 'nuevo' cultivo y no necesariamente serán válidas las normas que conocíamos hasta ahora.

Por otra parte, todavía hay zonas y regiones en donde se cultiva la vid del modo en el que se cuidaba hace décadas, incluso se están recuperando ciertas prácticas ya casi olvidadas. En ese sentido, Rioja conserva gran parte de este patrimonio a nivel nacional. Esta realidad nos muestra que conviven cosas muy diferentes en un mismo momento y nos obliga como técnicos a reflexionar sobre qué tipo de viticultura realizar en cada caso.