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Brasil demandará más vino de España pese a recesión y gravámenes

Todavía no se conoce muy bien la imagen de los vinos españoles en Brasil.
Todavía no se conoce muy bien la imagen de los vinos españoles en Brasil. / J.S.
  • Barreras arancelarias y desconocimiento vinícola instalan los caldos españoles en la 'estantería de otros vinos' frente a caldos franceses e italianos

Los vinos españoles tienen potencial de ventas en Brasil a pesar de los problemas económicos del país -dos años consecutivos con caídas del PIB del 3 % e inflación del 10 %- y de los altos gravámenes que se aplican a los productos importados.

Según recoge el informe "El mercado del vino en Brasil" para el ICEX España, Exportación e Inversiones, que publica el Observatorio del Mercado del Vino (OEMV) en su página web, la evolución de los precios y volumen de importaciones del país carioca "hace pensar que se mantendrá de forma positiva, pese a la marcha del país".

"Es un mercado con alto potencial dado su bajo consumo per cápita y gran población", indica el estudio, realizado por Adrián Marín, bajo la supervisión de la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Sao Paulo.

Las importaciones de vino español fueron de 15,58 millones de dólares en 2015, un -10,5 % respecto al ejercicio anterior, con una cuota de mercado de tan sólo el 5,34 %, por detrás de Chile, Argentina, Francia, Portugal e Italia.

Las regiones de España que más exportan a Brasil en volumen son Cataluña -acapara más de la tercera parte-, Comunidad Valenciana, Castilla y León, Rioja y Murcia; y aglutinan entre las cinco el 77 % del total.

Barreras arancelarias e imagen

Los vinos que no proceden del área de libre comercio de Mercosur se gravan con fuertes aranceles, según recuerda el documento, a lo que se añaden los impuestos que aplica Brasil y los altos márgenes del comercio minorista -entre el 40 y el 50 %- y los restaurantes -en torno al cien por cien-, lo que hace que, cuando el producto llega al consumidor su precio se haya incrementado entre 4 y 6 veces.

Las barreras de entrada son, por tanto, superiores a los que soportan las referencias de Chile y Argentina, que sí se benefician de los acuerdos comerciales preferenciales.

El vino español -al igual que el resto de alimentos de este origen- "goza de una imagen de calidad", al encuadrarse en la gama media y alta en la mente del consumidor brasileño.

Pero, apunta el informe, "existe un desconocimiento generalizado de los vinos españoles, debido a la falta de cultura vinícola".

Entre las dificultades que deben sortear cita que no cuentan con espacio propio diferenciado en los lineales de los supermercados, algo que sí tienen los vinos los franceses, italianos y portugueses; los vinos españoles se encuadran dentro de "otros vinos" juntos a australianos, sudafricanos o californianos.

Además, según el estudio, el proceso de entrada en Brasil puede ser "extremadamente burocrático y dilatado en el tiempo", ya que se exige una licencia de importación previa al inicio de los envíos, además de las certificaciones necesarias y requisitos de etiquetado.