Las bodegas repartidas por todo el territorio geográfico de la DOC Rioja, que sobrepasan el medio millar de firmas, guardan en sus calados y cementerios un total de 623 millones de litros pertenecientes a más de una treintena de cosechas, que comprenden desde las añadas de los años 80 a la última campaña del 2015, además de pequeñas existencias de añadas más antiguas, según la información que ha sido aportada a Diario LA RIOJA por el Consejo Regulador de la DOC Rioja.

Por tipos de caldos son los tintos los que están a la cabeza, con casi 577 millones de litros y se conservan como vinos de crianza, reserva y grandes reservas. Les siguen a gran distancia los blancos con nueve millones de litros, incluyendo algunos crianzas. Y, por último, están los rosados con otros cinco millones de litros de vino.

Añadas

Los vinos reservados y dedicados a la crianza se localizan en su mayor parte en las bodegas criadoras con 591 millones de litros de las diversas añadas. A continuación se sitúan las bodegas cooperativas, en cuyos calados se guardan 29 millones de litros, seguidas de los cosecheros con 2 millones de litros de vino, y por último están los almacenistas con 1,4 millones de litros.

Según el Consejo Regulador del Rioja, las añadas que destacan por sus volúmenes de existencias son, como es lógico, la última, con 243 millones de litros de vino (230 millones de litros de tinto, siete millones de litros de vino blanco y otros 5,6 millones de rosado). Otra cosecha destacable por el número de existencias es la añada 2014, que alcanza 171,4 millones de litros, de los que 169 millones corresponden a tintos.

Por el contrario, las añadas que guardan menor cantidad de vino son la de 1984 (con 1.486 litros que en su totalidad están en manos de las bodegas criadoras), la de 1992 (de la que todavía hay 8.687 litros en los cementerios de las grandes firmas), la de 1989 (de la que se conservan 8.243 litros de vino) y la de 1990 (7.784 litros en los cementerios de las grandes bodegas).