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Asaja y cooperativas mandan al ‘cajón’ los vinos de pueblo y de subzona

Asaja y cooperativas mandan al ‘cajón’ los vinos de pueblo y de subzona

  • El rechazo de estas dos últimas propuestas disgusta no sólo en La Rioja Alavesa, sino también en productores de La Rioja Alta

El orden del día del pleno del Consejo Regulador de hoy venía cargado de asuntos como son la aprobación de los denominados vinos de Viñedos Singulares, el desarrollo de los vinos municipales y las nuevas condiciones para la elaboración de los de subzona (Rioja Alta, Alavesa y Baja) que, si bien son una realidad desde 1999, permitirían a cada comarca tener una notoriedad mayor en las etiquetas. Las cooperativas, al menos las riojanas de Fecoar, pretendían votar en contra de los vinos municipales y de subzona y contaban además con el apoyo de ARAG-Asaja, ya que, según confirmaron fuentes de la organización a Diario LA RIOJA, «son cuestiones que no se pueden aprobar si no hay consenso con las cooperativas».

Finalmente, se han aprobado los Viñedos Singulares y los nuevos espumosos de Rioja, pero la postura de Cooperativas y Asaja mandó al ‘cajón’, al menos de momento, los vinos de pueblo y subzona. La presidencia decidió no votar estas dos últimas categorías de vinos, para evitar el rechazo, confiando en alcanzar un hipotético consenso más o menos en breve.

Consecuencias

La decisión de cooperativas y Asaja puede tener consecuencias, ya que existía un pacto tácito en el conjunto del sector para permitir que la indicación de subzona en las etiquetas pudiera ampliarse hasta el mismo tamaño que la de Rioja (2/3 actualmente) en atención a una demanda de las asociaciones de Rioja Alavesa y que estaba pendiente de atención desde el año 2015. Con la paralización del desarrollo de estos vinos, las cosas quedarían como hasta ahora y la indicación deberá seguir siendo, por tanto, inferior en tamaño.

Asimismo, la no regulación de los vinos de municipio, prevista en el pliego de condiciones de Rioja como entidad local menor desde 1999, puede provocar que varios operadores decidan tirar por su cuenta e indicar en sus etiquetas el municipio de donde proceden las uvas de sus vinos sin los controles de trazabilidad y la regulación que estaba contemplada en la propuesta, lo que, evidentemente, afecta a la credibilidad de las hipotéticas indicaciones.

El rechazo de estas dos últimas propuestas disgusta no sólo en La Rioja Alavesa, sino que también bodegas y productores de uva de La Rioja Alta pretendían, o al menos estudiaban, trabajar en esa línea de localización de los viñedos que seguirá cerrada al menos parcialmente o sin una regulación adecuada: «Se está planteando una ‘guerra’ de comarcas de Rioja –explican fuentes del sector comercial–, que nada tiene que ver en este caso con cuestiones políticas, y no se entiende cuando se llevan más de dos años trabajando en estas figuras de forma conjunta y cuando existe unanimidad de todo el sector bodeguero, lo cual no es habitual ni fácil».

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