Llegó el gran momento. Es el tiempo de recoger el fruto -nunca mejor dicho- del trabajo de todo el año. Es una fecha un poco atípica para la vendimia. "Es curioso que las uvas estén tan sanas el 2 de noviembre, yo nunca había visto vendimiar en esta época. Es la primera vez en mi vida y llevo unas cuantas vendimias ya", confiesa Javier San Pedro. "Hemos esperado justo a ese momento en el que vas al bar y de preguntan 'por qué no vendimias", comenta medio en broma. Lo cierto es que han esperado, explica, "hasta que la cepa ha terminado de aportar todo lo posible a la uva. Esperamos a que la maduración sea perfecta".

Y detalla el porqué: "esto lo hemos hecho en esta viña, en la que seleccionamos la uva gran a grano, por lo que nos da tiempo a esperar para quitar las pasas, que se quedan en el camino".

Relata Javier San Pedro que en esta vendimia en general "hemos estado todo el día mirando la aplicación móvil para ver cuando iba a llover" y, añade, "ha sido una suerte que aguantase tanto el tiempo, si hubiese lllovido hubiéramos tendido una vendimia regular".

Tras un curso acelerado de cómo cortar un racimo correctamente y con el fruto entre sus manos, apunta José Ramón Jiménez, que "no hay nada de enfermedad. Los hongos se desarrollan dependiendo de la humedad que ha habido en verano y este año no han tenido oportundinad de ello".

Y muestra a la cámara orgulloso un precioso racimo de uva negra, que precisa Javier San Pedro que irá destinada a elaborar su vino "La taconera".

Como sabéis, hemos seguido el ciclo anual de esta cepa. Después de la anterior vendimia, fuimos testidos de cómo se podaron los sarmientos, cómo nacían los brotes al concluir el invierno, como florecía en primavera y, ya en pleno verano, asistimos al envero, la espectacular imagen de los racimos en proceso de maduración, mediante el cual las uvas van cambiando poco a poco de color y nos encontramos la viña con racimos de diferentes colores que iban desde el verde al morado-rojizo casi negro (en la uva negra) y de verde a amarillento (en las uvas blancas).

Nuestra próxima y última visita a nuestra viña preferida será cuando las hojas de las cepas comiencen a caer. Disfrutaremos sin duda del curioso paisaje de renques alfombrados.