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Un momento de la cata Justo Rodriguez

Rioja: por prestigio... y por cariño

Bodega Carlos Moro, en el club de catas de lomejordelvinoderioja.com | El bodeguero vallisoletano muestra su compromiso con Rioja y con la tipicidad de los tempranillos de San Vicente y la Sonsierra

Alberto Gil

Logroño

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Viernes, 24 de noviembre 2017, 12:58

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Fue en el año 2012 cuando, una vez consolidada la presencia de Bodegas FamiliaresMatarromera en las principales denominaciones de origen castellano leonesas, Carlos Moro encargó a Ignacio Peral, actual gerente de Bodega Carlos Moro en San Vicente de la Sonsierra, que tanteara la oportunidad de comprar una instalación y viñedo en Rioja: “Lo hizo discretamente, de hecho nadie más en la compañía sabía que íbamos a hacerlo”, recordó ayer Peral.

Dos años más tarde, en el 2014, el grupo adquirió la que entonces era bodegas Antigua Usanza y poco a poco fue comprando también pequeñas fincas y parcelas de viñedo hasta las 20 hectáreas con que cuenta en la actualidad. No fue fácil porque una hectárea de viñedo en la Sonsierra puede llegar a alcanzar los 90.000 y, si se hubiera corrido la voz de que un grupo ribereño estaba comprando fincas, los precios se hubieran disparado aún más.

En la actualidad, Carlos Moro está “encantado” con su proyecto de Rioja, bodega a la que por primera vez bautizó con su propio nombre, y donde ya elabora cuatro referencias distintas y está a punto de sacar al mercado dos nuevos vinos de parcela que completarán el portfolio riojano: “El recibimiento, de viticultores, colegas bodegueros, instituciones, prensa... ha sido fantástico y lo más importante es que los vinos están encontrando también el apoyo de los consumidores”. De hecho, el bodeguero incluso se ha comprado una casa en San Vicente de la Sonsierra.

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Carlos Moro, acompañado de buena parte de su equipo en Rioja, presentó ayer en primicia para el club de catas de lomejordelvinoderioja.com la gama actual de vinos de la bodega de San Vicente, estructurada en torno a dos marcas principales: Oinoz ('vino' en griego) y Carlos Moro. “La segunda lleva mi nombre, aunque les puedo asegurar que el de Rioja es el proyecto más colectivo que tenemos porque estamos todos aprendiendo, tanto el cultivo como la elaboración”. “Nuestra pretensión es elaborar 'Riojas', con nuestro propio sello, pero respetando la tipicidad de esta gran zona vitícola y de esta comarca, la Sonsierra, en la que creemos profundamente”, explicó el bodeguero.

La cata

Comenzó con un blanco de Rueda, Carlos Moro Finca las Marcas 2015, a la espera de si en el futuro la bodega se lanza a comercializar un blanco de Rioja, aunque, por el momento no es una de sus prioridades. El vino procede de una pequeña finca de su bodega de Rueda: fino, elegante, fermentado y luego criado en barrica, rompe con el tópico de los 'ligeros' verdejos de rotación para conjuntar la frescura y potencia aromática de la variedad con las notas de una fina madera de tenúe tostado: “Es un blanco de concepto 'borgoñón' en su segunda añada, la 2015, aunque estoy convencido de que podríamos beberlo perfectamente dentro de unos años y el vino seguirá ganando con la estancia en botella”, explicó el bodeguero.

Oinoz Crianza 2014 es el primer vino de Carlos Moro en Rioja, elaborado todavía en una bodega de alquiler de San Vicente, ya que, nada más comprar la propiedad, el grupo acometió una importante inversión de renovación tecnológica y del conjunto de las instalaciones que no le permitió llegar para la vendimia: “Queríamos hacer un vino 'muy Rioja' y creo que lo conseguimos”, explicó ayer Ignacio Peral. Y, efectivamente, el crianza Oinoz respeta la tipicidad del tempranillo con una crianza con predominio del roble americano, que cumple a la perfección con la idea del Rioja de trago largo y amable con que se identifican muchos de estos 'vinos base'.

CM 2015 muestra otro concepto de vino, en este caso con la marca y las ideas propias de Carlos Moro: “Cuando un vino lleva mi nombre, en cualquiera de las bodegas que elaboramos, responde a un concepto personal”, explicó Carlos Moro. “Me gustan los vinos modernos, con potencia y estructura, pero para ello no es necesario abusar de la extracción y la sobre maduración”. “Yo quiero -continúa- que quien beba mis vinos pueda acabar la botella e incluso animarse a pedir una segunda”.

Los vinos de la cata

  • CM Finca Las Marcas 2015 (Rueda): 15 euros.

  • Oinoz Crianza 2014: 12,5 euros.

  • CM by Carlos Moro 2015: 17 euros.

  • Oinoz by Claude Gros 2014: 19,25 euros.

  • CM Prestigio 2015: 25 euros.

Claude Gross es asesor enológico de varias bodegas de Matarromera y también de Sergio Gurucharri en Rioja. Poseedor de los cien puntos Parker en uno de sus vinos propios de su bodega francesa, Carlos Moro le dejó seleccionar un par de parcelas de las zonas más alta de San Vicente para elaborar Oinoz by Claude Gros 2014 según sus propias ideas. El vino suma a los matices de la fruta roja del tempranillo las notas de monte bajo (romero y tomillo) y se muestra expresivo desde el primer momento, con intensidad pero sin excesos y con el punto de acidez también típico de la comerca.

Un buen vino que deja paso al último de la noche: CM (Carlos Moro) Prestigio 2015, de momento el 'top' de la bodega que los aficionados pudieron conocer en primicia puesto que acaba de salir al mercado: “Concibo estos vinos como vinos del siglo XXI, muy seleccionados en campo y en bodega y en los que si algo puedes encontrar es el carácter de los viñedos, de las uvas, con carga frutal, pero yo no quiero vinos de 'alta expresión', como los de finales del siglo XX, sino vinos que seduzcan en la boca”, detalló Carlos Moro. “Es mi concepto -continúa-, de la misma forma que el anterior era el concepto de Claude Gros porque para nosotros la riqueza, tanto en Rioja como en cualquier otra región vitícola, está en la diversidad”.

“Soy hijo, nieto, bisnieto..., y no sé cuántas generaciones más de viticultores, y desde 1988, cuando fundé Matarromera, soy también bodeguero, pero yo nunca dejaré de ser un viticultor”, afirmó ayer Carlos Moro. Ahora bien, un viticultor especial porque en apenas 20 años ha construido un auténtico 'imperio' de bodegas (nueve) y de empresas en torno al vino y sus subproductos: “En los últimos doce años hemos concluido 80 proyectos de investigación, con una inversión de 45 millones de euros y desde ya estamos también investigando con nuevos proyectos en Rioja para mejorar los vinos porque ese es nuestro estilo, nuestra filosofía empresarial”.

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