Borrar
El bodeguero explicando los vinos. :: Justo RODRÍGUEZ
Riojas con nombre y apellidos

Riojas con nombre y apellidos

Carlos Fernández reivindica la identidad de los vinos de zona, de municipio y de parcelaBodegas Tierra, en el club de catas de lomejordelvinoderioja.com

ALBERTO GIL

LOGROÑO.

Viernes, 9 de marzo 2018, 00:38

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

De nombre Rioja, pero con apellidos Fernández Gómez, Rioja Alavesa, el Toloño, Labastida, Cuba Negra... Así son los vinos de Bodegas Tierra, que Carlos Fernández presentó el miércoles por la noche para los aficionados de lomejordelvinoderioja.com: «¿Si creemos en la diferenciación por vinos de pueblo y de finca? Sí o sí, y, si no, sí». «Rioja se ha olvidado en las últimas décadas de los 'apellidos', pero hay gente que, más allá de etiquetas, está aportando nuevas formas de elaborar y, en cierto modo, desandando lo andado para identificar los orígenes y eso es una gran noticia». El bodeguero, acompañado en el público de su hermano Fidel, recordó que Tierra cumplió el año pasado 25 años y que, desde sus orígenes, fue una de las primeras en apostar por la zona, el municipio y los vinos parcelarios: «Nuestros viñedos están en las faldas del Toloño y para nosotros Briñas, Labastida, San Vicente y Ábalos son la misma comarca, la que más nos gusta, lo que no quiere decir que haya otras mejores o peores».

La cata

Tierra, como el propio Carlos, es una bodega especial. De los 14 vinos que elabora cinco de ellos son blancos y, tal y como confesó el bodeguero, «últimamente nueve de cada diez botellas que abro son de blanco». Carlos Fernández considera que Rioja tiene mucho por decir en este ámbito, aunque la apuesta la tiene clara por las variedades históricas y los viejos viñedos de viura, garnacha blanca y malvasía.

«Mi abuela decía que hay que echar el arroz a puños y de este viñedo sale también el vino 'a puños'»

El primer vino de la cata fue Tierra Blanco 2016, un fermentado en barrica fresco con el cupaje de las tres variedades citadas, aromático aunque sin pretender competir con las variedades terpénicas de otras zonas como Rueda o Rías Baixas: «La acidez natural nos permite elaborar grandes vinos blancos, incluso para comer con carne y es ahí donde Rioja creo que tiene un factor diferencial».

El aperitivo dio entrada a la 'batería' de tintos, comenzando por el Fernández Gómez 2016, un maceración carbónica que sigue fiel a los principios, al primer vino que elaboraron Fidel, padre e hijo, como Tierra en 1995: «Para mí», dijo Carlos, «este vino está espectacular, huele y sabe a vino, pero sin las gominolas ni los aromas de plátano que hemos visto en los últimos años en otras elaboraciones de uva entera». Tempranillo en un 80%, más un 20% de viura, garnacho y graciano, que Tierra etiquetará ya como 'Vino de Labastida' en la añada 2017.

El Primavera 2016 hace alusión al nombre de una de las naves con las que Manuel Quintano, sacerdote y científico ilustrado nacido en Labastida -y 'maltratado' por los cosecheros de la época-, envío los primeros vinos despalillados y criados en barrica a Veracruz y La Habana. Es un semicrianza, con el que Tierra atiende ahora la demanda del mercado americano: «Lo elaboramos con los viñedos más cercanos al río, 100% tempranillo», describió Carlos Fernández. Agradable, aromático, con ligerísimas notas de madera, y de trago largo.

Su hermano mayor, Tierra Crianza 2015, se elabora con un cupaje de ocho parcelas de tempranillo de Labastida. «Es el gran pilar de la bodega, con un perfil claro de esta variedad en Rioja Alta o Alavesa», describió el bodeguero, como le gusta decir, «con una mano en el corazón y otra en el bolsillo»: «Quisiéramos tener más tiempo en botella este vino antes de sacarlo al mercado pero hay que atender a los clientes».

Los parcelarios

Cuba Negra es una de las parcelas más especiales, de viñedos centenarios, para Bodegas Tierra y de donde han obtenido el material vegetal para una selección masal de tempranillos y variedades blancas históricas. De Cuba Negra salen dos de su vinos de finca: el Belisario, tinto cuyo nombre hacer referencia a otras de las naves 'exportadoras' de Manuel Quintano, y La Greña, un gran blanco con predominio de la malvasía riojana.

El Belisario 2010, con una producción de apenas 2.000 botellas y servido en la cata en formato magnum, es contundente, de alto grado y estructura, pero sujetado por la acidez natural: «Mi abuela decía que hay que echar el arroz a puños y de este viñedo el vino sale también a puños», dijo el bodeguero. Para terminar, La Greña, un blanco 'clásico' y pura delicadeza. De la añada 2014 (también magnum), tiene mucha, mucha, vida por delante, como ejemplo de los grandes blancos que se pueden hacer en Rioja.

Entre un público, entre 50% aficionado y 50% profesional, dato conocido gracias a la aplicación que esta temporada JIG estrena en el club de catas, el más destacado fue... El Belisario.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios