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Alberto Gil
Logroño
Miércoles, 22 de junio 2022, 02:00
Hay quien tiene que construir un discurso para intentar vender vino y quien vende vinos que embotellan el discurso. Es el caso de Bodega Teodoro Ruiz Monge (San Vicente), uno de los cosecheros pioneros en Rioja en elaborar con marca propia en los años 70 del siglo pasado y que, ahora, con la nueva generación al frente, ha puesto en marcha uno de los proyectos más singulares de Rioja con la elaboración de varietales y vinos parcelarios de San Vicente criados con la maceración carbónica como única técnica de elaboración: «No hacemos vinos pensando en la crítica y me gustaría ayudar a quitar el 'miedo' que algunos tienen a la maceración carbónica, una técnica hasta cierto punto denostada pero que es ancestral en esta comarca y que, para nosotros al menos, tiene muchas más virtudes que limitaciones», explica Itu, José Luis Ruiz Bañares.
Itu, junto con su primo Álvaro García, presenta el jueves 30 de junio para el club de catas de lomejordelvinoderioja.com su colección de vinos, en los que la tradición es la gran protagonista: «La maceración carbónica aporta frescura y fruta diferencial, además de mayor sedosidad en la boca», asegura. El viticultor desafía incluso los mitos sobre sus supuestas limitaciones para el envejecimiento: «Lo veremos en unos años, pero yo elaboro vinos con deseo de que perduren en el tiempo; si se trabaja bien el viñedo, el vino será bueno y, luego en la bodega, es cuestión de gustos». «Respeto mucho la tradición, y, si al final contribuyo a que no se pierda un tipo de elaboración artesanal, me doy por satisfecho».
Epígrafe El jueves 30 de junio, a las 20 horas en el hotel Gran Vía de Logroño. Las entradas están agotadas.
Los vinos de la cata Monge Ruiz 2021; Zurbano 2018; Isabel Bañares 2020; Desniete 2020; La Pacha 2020 y Zortún 2021.
Itu y Álvaro comenzarán con Monge Ruiz 2021, un vino de la última cosecha que, como todos los que elaboran, pisan en los lagos de la bodega original del pueblo de 1872 y que en el último Report del prescriptor Tim Atkin, fue elegido 'best value' de Rioja: «Lo que destacaría del Monge Ruiz es su franqueza; del lago, tras fermentar, lo metemos en depósito de hormigón con sus lías y vamos embotellando a demanda». «Tiene la chispa inicial del maceración carbónica, pero también estructura para aguantar todo el año o incluso más», indica el productor.
Zurbano 2018 es el equivalente a un 'crianza' (aunque lo etiqueta como genérico): «En esta añada –describe–, aún utilizábamos barricas de 225 litros, pero a partir de la siguiente son de 500 para dar mayor protagonismo a la fruta». Isabel Bañares 2020 es un vino absolutamente sentimental para Itu: «Lleva el nombre de mi madre que, para mí, es el espejo al que siempre me he mirado como pilar clave y fundamental para la familia y para la bodega». El vino es una selección de viñedos de más de 45 años de la zona baja de San Vicente: «Es un 85% de tempranillo, con garnacha y con viura, que es la composición habitual de nuestros vinos y que es la que históricamente se utilizaba en San Vicente, donde el coupage se hacía en la propia viña».
LA CATA
Desniete 2020 es una varietal de garnacha, en este caso de la zona alta del pueblo y un reto especial para Itu: «La garnacha en esta zona fresca te genera un poco de amor/odio porque a veces no llega y otros años sobremadura». «Además, elaborarla por maceración carbónica, siendo delicada a la oxidación, supone una dificultad añadida, pero, como decía, si se trabaja bien la viña todo es más sencillo». La Pacha 2020 es otro vino de extraordinaria carga emocional para Itu. Es un homenaje a su abuela, con su sobrenombre, y procede de la parcela más vieja de la familia, un viñedo prefiloxérico plantado en 1870: «Si la añada es buena tendremos unos mil kilos de uva y lo que hacemos es vendimiar todas las múltiples variedades al mismo tiempo: tempranillo, garnacha, viura, malvasía y turruntés», explica el viticultor. Un vinazo, pleno de carácter y de singularidad.
Precisamente de la finca de La Pacha, Teodoro, el padre de Itu, obtuvo el sarmiento del que luego se recuperó la variedad blanca turrentés entre las perdidas por la erosión genética en Rioja. En este sentido, el viticultor presentará en la cata Zortún 2021, un varietal de turruntés del viñedo que luego plantó su padre: «La clave de este vino es el trabajo con lías, jugando casi con la oxidación, para dar el volumen a esta variedad más bien ligera, pero de una gran acidez natural». Un broche de lujo porque en la actualidad hay tres hectáreas de turruntés plantadas en Rioja... y apenas dos vinos varietales en el mercado.
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