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En la sala de máquinas de Tierras de Murillo

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JUSTO RODRÍGUEZ
Club de catas

En la sala de máquinas de Tierras de Murillo

Natxo Terrado sorprende con una cata de vinos innovadores y con un espectacular blanco de la cosecha 2013

Viernes, 21 de abril 2023, 02:00

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San Esteban, la cooperativa de Murillo, elabora 4,3 millones de litros de vino anuales, de los que reserva 500.000 botellas para embotellados con marca propia, Tierras de Murillo. Un vino joven, tinto y blanco, y un crianza son sus referencias principales a las que Natxo Terrado, enólogo de la casa, ha ido sumando pequeñas producciones de vinos innovadores que no son habituales en una cooperativa.

De hecho, trabaja con ellos en un pequeño apartado de la bodega, con las ventajas y también las limitaciones de una bodega importante en volumen: «Yo no puedo hacer microelaboraciones de 2.000 o 3.000 litros, sino que tengo que completar depósitos de 55.000 litros y, luego, seleccionar una pequeña partida a la que aplicamos una vinificación o una crianza específica para conseguir lo que queremos», explicó el enólogo. Terrado comenzó aclarando que «el vino no se hace exclusivamente en la viña, sino también en la bodega»: «No he visto todavía cepas que den botellas... y, en nuestro caso, eso sí, la clave es la selección».

En este sentido, San Esteban es una cooperativa comarcal, que no local, ya que se abastece de una decena de pueblos, que desde Agoncillo y Arrúbal (a 350 metros) suben por el Leza y el Jubera hasta los 850 metros en la Villa de Ocón: «Aunque con un suelo arcillo ferroso muy similar en toda la franja, las diferentes altitudes nos ofrecen un abanico muy amplio de matices y eso es lo que nos permite trabajar con distintas elaboraciones».

La cata

Natxo Terrado protagonizó el pasado jueves por la noche una nueva cita del club de catas de lomejordelvinoderioja.com. Comenzó con una garnacha, Tierras de Murillo 2021: «Cuando mi jefe me dijo que quería un varietal, le recordé que no era sencillo porque necesitábamos 55.000 litros y los encontramos con una finca de viejas garnachas que había comprado un socio en Tudelilla y convenciendo a varios otros para que nos trajeran las uvas de pequeños viñedos de garnacha de Murillo que antes nos traían con los tempranillos». De aquel depósito, Terrado acabó criando en hormigón y en bocoyes de 500 litros una producción limitada de 3.000 botellas. Un vino fresco y frutal, goloso y con una muy buena textura con las virtudes de esta uva en la zona.

El enólogo presentó a continuación Tierras de Murillo Blanco Fermentado en Barrica 2019, de viejas viuras que Terrado lleva ya mucho años vendimiando por separado de las cabezadas de las fincas más viejas de tinto para conseguir una selección de apenas 3.000 botellas: «Me encanta la viura y, cuando son viejas, alcanzan una madurez y una personalidad espectacular». Flores blancas y cítricos combinadas con toques ahumados de la madera para un blanco muy chulo y con un espectacular potencial gastronómico.

Los vinos

  • Tierras de Murillo Garnacha 2021. 13,5 euros.

  • Tierras de Murillo Blanco F. en Barrica 2019. 13,5 euros.

  • Kairos Blanco 2020. 18,5 €.

  • Kairos Rosado 2020. 18,5 €.

  • Kairos Tinto 2020. 18,5 €.

  • Tierras de Murillo Blanco Gran Reserva 2013. 34,9 €.

  • Tierras de Murillo Colección Privada 2019. 29,5 euros.

Kairos (que significa 'el momento') es la última colección que Tierras de Murillo ha puesto en el mercado, en versión blanco, rosado y tinto, y que la bodega acabó etiquetando como 'vinos en rebeldía': «Mi antiguo gerente, Santiago Salinas, quiso registrar la colección como vinos comarcales, porque nosotros trabajamos una comarca entera, pero se topó con las normas del Consejo Regulador y, de ahí acabó saliendo este nombre, aunque la rebeldía quería poner de manifiesto igualmente que en una cooperativa también podemos sacar una gama de vinos poco convencional y más arriesgada», explicó Terrrado.

Kairos Blanco 2020 es un varietal de sauvignon blanc de Galilea, que Terrado trabaja con pieles. Un vino vertical, afilado por su acidez y muy directo, una curiosidad y una 'inmersión' en esta nueva corriente inspirada en la ancestral elaboración del Cáucaso, aunque el enólogo huye de cualquier atisbo de oxidación y de 'anaranjeo'. Kairos Rosado 2020 lo definió el propio Terrado como un 'antirrosado': «Es un tempranillo 100%, elaborado como un tinto, que criamos en una bota de roble francés». Un vino complejo, potente y fresco al mismo tiempo. Una sorpresa muy agradable. Kairos Tinto 2019 completa la colección. Un 100% de tempranillo con uvas de las parcelas más altas de la cooperativa. Muy agradable, fresco y con una madera de fondo muy bien integrada como en todos los vinos.

Terrado cerró la cata con las referencias más especiales. En primer lugar, el vino de la noche, Tierras de Murillo Gran Reserva Blanco 2013, de una de las cosechas más frías de Rioja de este siglo y marcada por una elevada acidez: «Este vino iba a ser el germen del fermentado en barrica, pero no lo veíamos, así que dejé unas barricas con sus lías para que fuera pasando el tiempo hasta completar 760 días de crianza». Se convirtió así, con otro largo tiempo en botella, en un gran reserva. El vino fue una auténtica sorpresa en la cata, una especie de 'unicornio' y una auténtica reivindicación de la viura como gran variedad de talla mundial para vinos de envejecimiento. Notas anisadas, cítricas de naranja y mandarina, y sin apenas evolución para ser un 2013. Un gran vino que conserva todavía una gran frescura en boca.

El enólogo terminó con Tierras de Murillo Colección Privada 2019, un tempranillo de carácter y concepto más 'clásico', de trago largo y amplio, con fruta, madera bien integrada y frescura. Otra satisfacción para Terrado cuando lo ha enviado a las escasas catas ciegas que todavía hacen algunos prescriptores. En resumen, lo que se cató el jueves fueron vinos muy desconocidos para el cliente final, limitadísimas producciones y con un gran trabajo de limpieza aromática y de franqueza. Una sorpresa muy agradable para el cronista y, presupongo, para muchos aficionados.

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