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Hacienda López de Haro Edición Limitada 2016: paisaje, historia y terroir

La edición consta de 89.930 botellas de 75 cl y 1700 mágnum que se podrán degustar solo en establecimientos hosteleros seleccionados en España y el mundo

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Martes, 25 de septiembre 2018, 12:36

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La bodega riojana Hacienda López de Haro lanza un nuevo vino, Hacienda López de Haro Edición Limitada 2016. Es un vino que procede de 39 parcelas seleccionadas, ubicadas dentro del término municipal de San Vicente de la Sonsierra (Rioja Alta). Se trata de una Edición Limitada pues con la uva de esas 18 hectáreas de viñedo se llenan tan solo 312 barricas. La elección de las 312 barricas que albergaron ese vino es fundamental para su personalidad. El director técnico de la bodega, Raúl Acha, y su equipo eligieron roble francés (40%) y húngaro (60%), y entre ellas hay barricas nuevas y de segundo uso. La madera aporta notas especiadas y ahumadas que se unen a la fruta madura que aporta la Tempranillo y un 10% de Mazuelo, que proporciona el frescor suficiente creando un vino agradable, largo, equilibrado y carnoso, en una añada 2016 que desde la bodega se considera excepcional.

La edición consta de un total de 89.930 botellas de 75 cl y 1700 mágnum numerados que se podrán degustar en establecimientos hosteleros seleccionados de España y el mundo.

El objetivo de esta nueva referencia de su colección es volver a los orígenes del vino familiar de Rioja, evitando los tradicionales coupages entre Rioja Alta y Rioja Baja que pusieron de moda las bodegas más industriales del siglo XX. Lo que pretende Hacienda López de Haro Edición Limitada es crear un vino tal y como lo hacían las familias de la zona en el siglo XIX y conseguir así trasladar a la botella un paisaje, una historia y un terroir únicos.

Acha, y su equipo han hecho un minucioso trabajo de selección de parcelas. Todos son viñedos viejos, de más de cinco décadas, en los que la uva estrella es la Tempranillo, una variedad nacida para brillar y dar sus mejores resultados en el microclima de San Vicente. A la protagonista Tempranillo se une un pequeño porcentaje de Mazuelo (un 10%), que le aporta longevidad y frescura. Para conseguir la uva de alta calidad que requiere este vino, los viejos viñedos cultivados en vaso reciben los mejores cuidados, partiendo de una esmerada poda corta tradicional, para favorecer una baja producción natural y finalizando con la selección de los mejores racimos durante la vendimia, siempre manual.

La vendimia se llevó a cabo durante el mes de octubre, de manera escalonada a medida que la maduración avanzaba por los diferentes terrenos del emblemático pueblo de la Sonsierra, de acuerdo a las directrices finamente trazadas por Raúl Acha: desde las tierras del Ebro, hasta las faldas de la Sierra de Cantabria, con más de dos semanas de diferencia entre la primera y la última. La uva se trasladó en pequeños remolques hasta la bodega, donde comienza un cuidadoso proceso de elaboración, que incluye quince días de maceración con pieles y una fermentación controlada a menos de 28 grados. Los depósitos, con bocas anchas, imitan a la tradicional elaboración en lagares abiertos típica de la zona.

Hacienda López de Haro rinde homenaje a la localidad en la que nació esta bodega, uno de los pueblos de Rioja con más tradición vitivinícola, como atestiguan los restos arqueológicos de lagares rupestres que se encuentran entre sus viñedos.

San Vicente de la Sonsierra, territorio perfecto para la Tempranillo

No es extraño que en San Vicente de la Sonsierra se cultive uva desde tiempos inmemoriales, pues sus condiciones geográficas y climáticas son perfectas para la vid. Está ubicado bajo la sierra de Cantabria, al pie del monte Toloño, que resguarda de las lluvias del Cantábrico, pero a la vez refresca con sus vientos (el Cierzo) todas las tardes del verano. Así se produce una perfecta ventilación de los racimos, al mismo tiempo que se genera en la uva ese frescor de carácter atlántico, un símbolo inequívoco del ADN de los vinos de esta zona. Por otro lado, la orientación Sur de la comarca de la Sonsierra hace que prevalezcan las temperaturas suaves a lo largo de todo el año, con más precipitaciones durante los meses de invierno y con una buena oscilación térmica entre el día y la noche, asegurando una buena maduración de la uva, año tras año.

La mayoría de los suelos de la localidad son arcillo-calcáreos, aunque también hay zonas más arenosas próximas al Ebro y terrazas con canto rodado en los meandros que forma el río. En general son suelos muy bien drenados, dada la sinuosa orografía de la comarca, y con un contenido muy bajo en materia orgánica, lo que les convierte en suelos pobres que inducen rendimientos bajos en los viñedos y aumentan así la calidad de cada racimo.

Bodega Hacienda López de Haro, respeto por la tradición

En Hacienda López de Haro se cuida al máximo todo el proceso de elaboración. Los avances técnicos y la sostenibilidad están al servicio de una elaboración artesanal, siempre con el máximo respeto por la tradición.

Los depósitos de elaboración de Hacienda López de Haro tienen las bocas muy amplias para imitar la vinificación en lagos abiertos y, a su vez, permiten trabajar todo el sombrero (las pieles que quedan flotando en la parte superior del depósito durante la fermentación). Siempre se realizan fermentaciones espontáneas, en donde las propias levaduras de la uva completan toda la fermentación de forma natural. La bodega apuesta por hacer los mínimos bazuqueos y remontados posibles para mantener la integridad de la uva hasta el final, sin sobre-extraer los compuestos más amargos. Así, se conduce una maceración muy estática, que evita la rotura de los hollejos, y preserva el carácter frutal de la uva Tempranillo.

En la fase de crianza en barrica, el objetivo fundamental de la bodega es la apuesta por el respeto a la personalidad de cada variedad. Los vinos de Hacienda López de Haro se ensamblan con crianzas largas utilizando barricas nuevas y de varios usos, con tostados medios. El roble europeo, tanto el francés como el del Este, encajan mejor con el estilo de vinos que elaboran en Hacienda López de Haro, puesto que respeta mucho más la fruta y el carácter propio de cada uva.

2016, una añada excepcional

La 2016 fue una añada climatológicamente muy equilibrada. La evolución fue favorable a lo largo de todo el ciclo vegetativo, con resultados muy satisfactorios tanto en calidad como en cantidad. El invierno fue relativamente frio, la brotación se produjo en marzo y escapó de las heladas. El mes de febrero fue muy generoso en pluviometría que acompañado de una primavera con temperaturas frescas permitió un desarrollo vegetativo óptimo. El verano fue seco, lo que provocó un ligero estrés hídrico, acompañado de temperaturas moderadas que permitieron una maduración perfecta.

En vendimia las temperaturas fueron frescas, se mantuvo el estado sanitario óptimo y la recepción de la uva en bodega se pudo hacer con temperatura controlada y sin altibajos.

Hacienda López de Haro, un proyecto de la Compañía de Vinos Vintae

Bodega Hacienda López de Haro forma parte de la Compañía de Vinos Vintae, que nació en 1999 de la mano de José Miguel Arambarri, empresario riojano y enamorado del mundo del vino. Enseguida se unieron sus hijos, Ricardo y José Miguel, convirtiendo a la empresa en una compañía de vinos joven y dinámica. Hoy, su espíritu explorador les ha llevado a elaborar en 15 denominaciones de origen en España, apostando siempre por proyectos auténticos y arriesgados. Matsu, Bardos, Atlantis, Aroa o Proyecto Garnachas, son solo algunos ejemplos. Su última aventura les ha llevado hasta Chile, donde han elaborado Küdaw, una colección de vinos que expresa todo el carácter de los viñedos más antiguos del sur de Chile.

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