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EL ENÓLOGO Y SUS VINOS

Valpiedra, elogio de la intensidad
Pedro León, director comercial de Finca Valpuiedra, dirigió la cata de vinos de Finca Valpiedra. / MIGUEL HERREROS
  • Una cata dominada por la elegancia intensa del reserva 2008 y del crianza Cantos de Valpiedra 2011, dos tintos complementarios que apuestan por la excelencia

En Finca Valpiedra nos sentimos más que satisfecho por habernos convertidos en un clásico de la Liga Golf y Vino, de modo que no podíamos faltar en esta cuarta edición del torneo porque nos permite reforzar nuestra actividad de difusión de unos vinos que consideramos que premian la excelencia y aportan una gran variedad por su alta calidad y por su condición de complementarios.

Nuestra bodega, situada en Fuenmayor pero muy cercana al término municipal de Cenicero, se enclava por lo tanto en un lugar privilegiado para la historia de la DOC Rioja mirando hacia el Ebro y lo aprovecha elaborando vinos a la altura del prestigio de nuestra denominación. En el caso de la cata que ofrecimos el sábado a los participantes en la competición, nos decantamos por trasladar algunos de nuestros vinos más conocidos y emblemáticos: el crianza Cantos de Valpiedra, un vino del 2011, y el reserva 2008 Finca Valpiedra. Dos tintos que causan un hondo impacto entre quienes los prueban: tal vez, porque ambos están dominados por una sensación similar de intensidad.

El primero es un tinto de color púrpura, en efecto muy intenso, con destellos violáceos y de alta capacidad aromática, con notas de frutos negros y endrinas naturales: en definitiva, un vino con un perfil mineral muy marcado, fruto de su cepa de origen puesto que es cien por cien tempranillo, variedad que aparece muy marcada y bien integrada en la barrica. Se trata por lo tanto de un crianza que marida especialmente bien con los platos de verdura y legumbre, que combina también idóneamente con carnes blancas, cerdo y conejo.

El reserva Finca Valpiedra 2008 es una de las joyas de nuestra corona, del que nos sentimos especialmente orgullos. También es un tinto muy intenso, una sensación que agradece quien lo degusta, porque mezcla una dominante presencia de tempranillo con un singular toque de graciano y maturana tinta, variedades que aportan cada una un 3%; estamos ante un tinto de gran elegancia y estilizada complejidad, que se caracteriza por un paso muy suave por la boca. Un vino de color cereza, lágrima abundante, teñida y densa, envejecido durante 22 meses en barrica de roble francés que aporta recuerdos a vainilla, cedro, especias y tabaco rubio. Un tinto espectacular, en definitiva, que se beneficia de la frescura que aporta el graciano para maridar a la perfección con carnes rojas, platos de caza y quesos de curación media.

(*) Pedro León es director comercial de la bodega Finca Valpiedra.