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Xavier Mota y David Bedia, gerentes de los dos campos.
Xavier Mota y David Bedia, gerentes de los dos campos. / MIGUEL HERREROS

Una competición que sigue creciendo

  • Bedia y Mota, gerentes de los campos, se felicitan del aumento de la participación

Cuatro años dan para mucho. Un tiempo en el que la Liga de Golf y Vino ha evolucionado, siempre en crecimiento, superando sin pausa sus propias cifras y abriéndose cada vez a más gente con esa fórmula de comprobado éxito que supone el maridaje entre el deporte y la cultura del vino. Los gerentes de los dos campos en los que se ha disputado la cuarta coinciden al calificarla como «muy positiva», una sensación que se extiende entre la organización, los patrocinadores, las bodegas y todos los participantes. «La Liga ha tenido más participación de golfistas que nunca, con más bodegas aumentando su implicación, así como la de los patrocinadores. La suma de esos factores ha provocado que esta cuarta edición haya sido un éxito tremendo», resume David Bedia, gerente de El Campo de Logroño.

Por su parte, Xavier Mota, gerente del Rioja Alta Golf Club, subraya la «alta participación, que permite que las bodegas se den a conocer de forma más amplia». La importancia de que cada vez más gente se acerque a participar en la Liga Golf y Vino es algo que los organizadores tuvieron claro desde el primer momento, y es que esta cuarta edición presentaba la novedad de una tercera categoría, para jugadores con hándicaps más altos, algo que permitía la inclusión de más aficionados a este deporte así como de recién llegados. «Son jugadores a los que normalmente no se les deja participar en este tipo de torneos, pero creemos que la Liga debía atenderlos, abrirse a los que están empezando y generar competición en todas las categorías», explica Bedia, con quien coincide Xavier Mota: «Lo importante es que participe gente de todos los niveles y que cualquiera pueda luchar por estar entre los primeros».

Otra de las señas de identidad de la competición este año ha sido la igualdad y el alto nivel mostrado a lo largo de todas las pruebas. Hasta la final no había nada decidido, provocando momentos inesperados como el vuelco en la clasificación de segunda. «El nivel ha sido muy alto, con hándicaps bajos en todas las categorías, algo que indica que que deportivamente la Liga está bien estructurada», recalca el gerente de El Campo de Logroño.

Pero además del aspecto puramente deportivo, la Liga ha vuelto a destacar por su otra mitad: el vino. Un aspecto indisoluble a la competición, con el apoyo de diez bodegas que sostienen los torneos y ofrecen su valor añadido, algo que aporta a la Liga un atractivo que no pasa desapercibido, como apunta Xavier Mota, gerente del Rioja Alta Golf Club de Cirueña, donde se han disputado dos de los torneos: «Han participado muchos jugadores de provincias limítrofes habituales en nuestro campo, que reciben la llegada de estos torneos con expectación. Nosotros estamos acostumbrados al mundo del vino, pero a la gente de fuera de La Rioja le llama mucho la atención, se quedan a las catas y les gusta conocer algo nuevo».

La popularidad del campeonato, evidenciada en el aumento de los participantes, no sólo se queda en La Rioja, sino que ya comienza a extenderse entre otras regiones, que ven que la Liga Golf y Vino, organizada por lomejordelvinoderioja.com, tiene mucho que ofrecer. «Creo que en futuras ediciones deberíamos esforzarnos en realizar una mayor comunicación de lo que hacemos, no sólo en La Rioja, para que la gente de cerca nos venga a visitar y participe en mayor medida», comenta David Bedia de cara al año que viene.

Ambos coinciden en que la Liga Golf y Vino cuenta con numerosos ingredientes de calidad para que el crecimiento que sostiene desde su nacimiento no mengüe. Siempre hay algo que mejorar, aspectos en los que evolucionar, pero la evaluación final de la cuarta edición es unánime: sobresaliente.