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El arte y la tradición del vino

El arte y la tradición del vino

  • Bodegas Ontañón apuesta por el ecológico en sus singulares viñedos

El mundo del Rioja conoce numerosos casos de familias dedicadas al vino generación tras generación. La de Bodegas Ontañón es una de ellas. Una familia que remonta su tradición vitivinícola a un espacio tan característico como las bodegas excavadas en roca de Quel, germen de una bodega que ha logrado a lo largo de tres décadas un sello propio diferenciador, tanto en sus vinos como en sus instalaciones: «Nuestros orígenes son una referencia para todos nosotros y se reflejan en nuestros vinos», explica Leticia Pérez, responsable de exportación e innovación.

Bodegas Ontañón elabora desde los noventa en su bodega museo de Logroño los vinos que recogen esa tradición familiar de sus más de 200 hectáreas de viñedo entre Monte Yerga y las laderas de Isasa, en las que miman una materia prima que ofrece una interesante gama varietal: «Creemos en el tempranillo como emblema del Rioja, pero apostamos por otras variedades como la garnacha para nuestros crianzas y el graciano para los reservas y grandes reservas; en pequeños porcentajes estas variedades transmiten el carácter del terruño riojano proporcionando calidad y elegancia».

La calidad de la uva es una de las prioridades de Bodegas Ontañón, con una personalidad adquirida en sus peculiares fincas que propician vinos como el Reserva 2004, destacado por Leticia Pérez como «el vino que mejor ha sabido plasmar el buen hacer de nuestra tradición», con uvas recogidas «en viñas de más de 35 años de las zonas más elevadas de la sierra del Yerga».

Además, hace cinco años Bodegas Ontañón comenzó a elaborar vinos ecológicos, algo que «nació como una demanda de mercado», apunta Leticia Pérez, pero que ya se ha convertido en una nueva línea de expansión en la bodega: «Decidimos comprar uvas ecológicas e ir poco a poco conociendo como se elaboraban y evolucionaban estos vinos previo a una conversión de nuestras viñas».

Y es que actualmente parte de sus viñedos «más singulares» se encuentran en proceso de conversión a ecológico aplicando las prácticas autorizadas con las que han conseguido conocer «formas de cultivo más respetuosas con el medio como la lucha integrada o el uso de abonos naturales, que hemos aplicado a la totalidad de nuestros viñedos», comenta Leticia Pérez.

Un proceso de aprendizaje continuado para la elaboración de unos vinos que siguen esa tradición a la que Ontañón se remonta: «Un vino ecológico es lo que hacía mi abuelo hace sesenta años». Desde el año 2007 Bodegas Ontañón elabora su vino ecológico, por el que apuestan cada vez más fuerte. Una muestra más de la búsqueda de la calidad que persiguen, con un vino lleno de matices que define Leticia Pérez: «En él aparecen toques minerales por el tipo de suelo, las características de altitud y la situación. Salen las frutas negras intensas, arándanos, grosellas y zarzamoras. Tiene un pequeño paso por barrica que doma el carácter cerrado que posee en su juventud».

La apuesta está mereciendo la pena, «estamos percibiendo un aumento en la demanda sobre todo en Europa y Estados Unidos», detalla Leticia Pérez, convencida del potencial del mercado de vinos ecológicos del que Bodegas Ontañón también quiere ser protagonista.