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En la vanguardia ecológica

  • Ramondin lleva dos décadas liderando su proceso ecoinnovador

El esfuerzo en la protección y el cuidado del medio ambiente es pieza clave en el desarrollo y la gestión de Ramondin. El compromiso ecológico es un pilar que se ha ido levantando en esta empresa líder en el sector de las cápsulas a lo largo de toda su historia para introducir los cambios necesarios que redunden en un mejor servicio a todos sus clientes teniendo muy en cuenta los más elevados criterios medioambientales. Así quedó constatado a comienzos de la década de los noventa, cuando una normativa en Estados Unidos impedía el uso de metales pesados tóxicos. «Por aquel entonces las cápsulas se fabricaban con un placaje de estaño y plomo, y con la implantación de esta nueva normativa Ramondin buscó una solución ecológica sabedores de que esta norma se implantaría en el resto del mundo rápidamente; como así fue», tal y como recuerda José Miguel Munilla, CEO de Ramondin.

«En Ramondin encontramos un metal que era el estaño puro, notabilísimamente más caro que el plomo, un poco más complicado para fabricar la cápsula, pero totalmente respetuoso con el medio ambiente»», confirma Munilla. «Fuimos los únicos en el mundo que apostamos en aquel momento por el estaño, mientras que los franceses se decantaron por las cápsulas de varias capas: el complejo. Todos los vinos de calidad vieron las ventajas del estaño aunque fuera notablemente más cara, y lideramos este punto de inflexión tan importante», constata Munilla, que aún recuerda otro año clave para la estrategia verde.

«Fue en 1998. El equipo de I+D+i de Ramondin, en la sección de tintas, comenzó a trabajar en las pinturas al agua. Estuvimos cuatro años con dos máquinas prototipos para pintar las cápsulas con pinturas ecológicas que no emitieran compuestos orgánicos volátiles a la atmósfera». Dieron en la tecla adecuada, y desde el 2004 extendieron «toda la producción de cápsulas embutidas de estaño a pinturas ecológicas».

El consumo de electricidad se disparó ante la necesidad de tener que elevar las temperaturas de secado. «Por lo que el trabajo se centró en buscar aislantes para reducir el consumo energético». La inversión, a día de hoy, ya está completada porque «la apuesta por la ecología es rentable en el medio y largo plazo», explica el CEO de Ramondin, que pone el acento en el trabajo de «reciclaje que hacemos para recuperar el estaño de la hoja de lata y reducir la huella de carbono de la empresa y de los productos».

Todo este trabajo es posible gracias a la implantación y certificación de un Sistema de Gestión Ambiental. En este sentido, Ramondin también posee la Autorización Ambiental Integrada, una acreditación que integra las autorizaciones sectoriales de medio ambiente que existían hasta el momento (producción y gestión de residuos, autorización de vertido, etc).

Ramondin ha continuado mejorando la gestión ambiental gracias a su integración en todos los ámbitos de su organización, emprendiendo múltiples acciones dirigidas a la utilización de materias primas menos contaminantes, reducción de envases y embalajes, minimización de residuos, reducción de emisiones de compuestos orgánicos volátiles, aprovechamiento de materias, reducción de consumos de energía o minimización del consumo de agua.