lomejordelvinoderioja

Una cata tecnológica

Una cata tecnológica
  • JIG idea una aplicación que mejora la experiencia del consumidor y la estrena ante el público en La Fombera

La revolución tecnológica es un hecho constatado en todos los ámbitos de la vida. No hay actividad que se precie donde la tecnología no tenga un espacio decisivo para retratar, explicar, contar o compartir lo que se está haciendo. Tampoco, por supuesto, se libra de esta tendencia tecnológica el mundo del vino. La viticultura, la elaboración y la crianza del vino en las bodegas están controlados hasta el más mínimo detalle gracias a la presencia de gadgets, aplicaciones, programas y sensores... El último paso, antes de degustar un vino, es el proceso de venta de los vinos que también está experimentando un proceso de cambio para seguir haciendo lo de siempre pero de una forma más atractiva gracias a la presencia de aplicaciones como la que ha desarrollado la empresa riojana JIG.

Son muchas las catas que cada semana se celebran en La Rioja con el objetivo de explicar los vinos, conocer las opiniones de los participantes y establecer pautas de consumo para acertar aún más con las tendencias enológicas de los consumidores. Imaginext nace con el objetivo de reflexionar sobre las opciones de negocio que facilita la tecnología plasmada en un ámbito muy concreto y especialmente relevante para La Rioja: el mundo del vino. Bajo esta premisa, dentro de esta expresión tecnológica, a las 13.30 horas tendrá lugar una cata tradicional pero con un elemento tecnológico de primer rango que mejora la experiencia tanto de los participantes como del director de la cata.

JIG es la empresa riojana que ha desarrollado una aplicación web que permite catas más completas. «Es sencilla y muy rápida. Podemos plantear todo tipo de preguntas, desde las más relacionadas con el vino y sus propiedades organolépticas hasta las más sociales como los diversos estados de ánimo de los participantes que sin duda tiene clara relación con la determinación de los gustos», explica Javier Gurría. Durante la cata, el director de la misma, que en este caso en concreto será Jesús Arechavaleta, comentará los dos vinos que se probarán (un crianza y un gran reserva) mientras que en los smartphones de los participantes irán apareciendo una serie de preguntas. A la conclusión se analizarán las respuestas en estadísticas porcentuales, «y tanto la bodega como los participantes podrán saber con más claridad cómo ha sido la experiencia», reconoce el desarrollador tecnológico de esta aplicación web (no hay que descargársela por tanto de la store de ningún sistema operativo), Javier Gurría. La tecnología aplicada a un modelo de negocio tradicional que permite mejorar la experiencia en ambos sentidos.

En esta línea lo comprende también Jesús Arechavaleta. «Lo hemos probado previamente antes de esta cata, y lo cierto es que se trata de una herramienta muy interesante», señala. «Todos tenemos un smartphone, y no a la hora de dar nuestra opinión como que nos sentimos más cómodos si hay un elemento técnico de por medio. Luego nos aparecen los resultados de las opiniones y podemos comentar cómo ha sido la cata», remarca Jesús Arechavaleta.

Esta aplicación web permite mejorar la experiencia de los participantes y dotar a las bodegas de unas mediciones que hasta ahora no estaban a su alcance. A través de estos parámetros se pueden perfilar mejor los gustos de los consumidores y por tanto las tendencias que está marcando el mercado. Y todo gracias a la implantación de la tecnología en las bodegas.