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Cultivar viñedo viejo se primará con 600 euros

Viñedos antiguos, con el castillo de San Vicente de la Sonsierra al fondo.
Viñedos antiguos, con el castillo de San Vicente de la Sonsierra al fondo. / Fernado Díaz
  • Agricultura abre el plazo para solicitar ayudas de esta nueva línea que pretende preservar material genético y frenar el arranque de cepas históricas

La Consejería de Agricultura del Gobierno de La Rioja ha abierto ya el plazo para que los viticultores que cultivan viñedos de más de 50 años de edad puedan acogerse a la nueva línea de ayudas agroambientales prevista en el Programa de Desarrollo Rural 2015/2020. Igor Fonseca, director general de Agricultura, confirma que la nueva medida supondrá una prima anual de 600 euros por hectárea, siempre que el viticultor asuma el compromiso de cultivo durante al menos cinco años: «Estamos pendientes de la aprobación definitiva del programa por parte de la Comisión Europea, aunque contamos ya con el visto bueno previo, por lo que las ayudas se pueden solicitar ya, con plazo en principio hasta el 15 de mayo, aunque probablemente se prorrogue hasta el 15 de junio».

En este sentido, la medida se justifica dentro de un objetivo de preservación del material genético autóctono y original, previo a la estandarización de clones con el desarrollo de los viveros a partir de los años 70 y especialmente los 80, así como la conservación del paisaje y de la biodiversidad.

La medida era una demanda de al menos una parte del sector del Rioja, después del éxito de los planes de reestructuración de viñedo puestos en marcha en la segunda mitad de los años 90 y que, también con fondos comunitarios y ayudas de hasta el 50%, han provocado un notable rejuvenecimiento del viñedo de la denominación de origen Rioja con la sustitución de históricos vasos por emparrados.

De hecho, los datos que maneja la Consejería de Agricultura reflejan que únicamente el 6,5% del viñedo de La Rioja (comunidad autónoma), unas 2.750 hectáreas, cumpliría con la condición exigida de estar plantado desde hace al menos 50 años.

La cifra prácticamente se duplica (5.543 hectáreas) si el 'corte' se hiciera en 40 años, pero Fonseca explica que «de momento hemos optado por los cincuenta años, precisamente por garantizar la autenticidad del material genético, pero veremos si en el futuro se estudia también ampliar un poco más el abanico». La medida es importante económicamente, puesto que si los propietarios o cultivadores de las 2.750 hectáreas de más de 50 años solicitasen la ayuda la cantidad precisa de fondos (financiados por la Consejería, el Ministerio de Agricultura y Europa) alcanzaría 1,65 millones de euros anuales.

En cualquier caso, Igor Fonseca cree que el verdadero compromiso para conservar los viñedos antiguos (de menor producción) debe venir por los propios operadores: «Está bien que las administraciones nos impliquemos, pero la mejor forma de mantener el viñedo viejo es que las bodegas paguen por el esfuerzo que, desde el punto de vista del cultivo y de los propios rendimientos de producción, supone mantener estas plantaciones».

La evolución histórica

El rejuvenecimiento del viñedo es una realidad con la entrada del siglo XXI. Las ayudas europeas a la reestructuración y la profesionalización de los viticultores, junto con los buenos precios de la uva (sin apenas diferenciar calidades), supusieron un acicate para las reconversiones y la sustitución de cepas antiguas por nuevas. En el año 1983, el 43% de la superficie de Rioja tenía la condición de viñedo viejo (más de 40 años), mientras que en la actualidad apenas supone el 14% (9.147 hectáreas de las 63.137 de la denominación de origen).

Además del considerable incremento de las nuevas plantaciones de Rioja desde los años 80 hasta la actualidad (un 65% más de viñedo), el rejuvenecimiento de la masa vegetal ha tenido un notable efecto directo sobre la producción de uva de Rioja, que aproximadamente ha crecido un 150% en los últimos treinta años.

Por autonomías, este fenómeno ha sido diferente. Navarra es la que conserva menor porcentaje de viñedo de más de 40 años con apenas el 2,34% del plantado con anterioridad a 1975 (212,4 hectáreas de las 9.058 adscritas a Rioja). En el caso de la Comunidad riojana, el rejuvenecimiento cobró un importante impulso en los primeros años del siglo. En la actualidad quedan 5.544 hectáreas hincadas con anterioridad a 1975, lo que supone menos del 13% del total de su superficie inscrita en la Denominación de Origen.

Álava es el territorio donde la reconversión ha sido menos intensa y donde se conserva mayor cantidad de viñedo viejo. En este sentido, la subzona alavesa mantiene 3.391 hectáreas de viñas plantadas con anterioridad a 1975, lo que supone más del 25% de las 13.319 hectáreas inscritas en Rioja en dicha subzona. De hecho, en valores absolutos apenas ha disminuido la superficie desde 1983. Es decir, el rejuvenecimiento ha venido más por nuevas plantaciones que por reconversiones.