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La familia Eguizábal demanda a Berberana por el acuerdo con Paternina

Imagen de bodegas Paternina, en Haro, hoy bodegas Lacort, de la familia Eguizábal. :: diego marín
Imagen de bodegas Paternina, en Haro, hoy bodegas Lacort, de la familia Eguizábal. :: diego marín
  • Lacort impugna los acuerdos de ampliación de capital de United Wineries y pide la nulidad de la fusión

United Wineries, el grupo de la antigua Berberana, convocó el pasado lunes una junta de accionistas en Bodegas Lagunilla (Cenicero) en la que estalló el acuerdo de fusión con Paternina anunciado a finales del año 2013. Los herederos de Marcos Eguizábal presentaron una demanda contra United Wineries el pasado 30 de enero en el Juzgado Mercantil número 6 de Logroño en la que reclaman todo lo entregado a United Wineries alegando que no se han inscrito las participaciones de Paternina que figuraban en la operación de fusión.

Las dos partes en litigio se encontraron el pasado lunes en Cenicero en una junta de accionistas, en la que, según ha comunicado United Wineries, pretendían subsanar «en lo que fuera menester» los defectos vinculados con la ampliación de capital en la que Bodegas Lacort (la sociedad con la que participa la familia Eguizábal) iba a controlar el 26,26% de la nueva compañía. En la demanda interpuesta por los herederos de Eguizábal también planteaban la dimisión de Carlos como miembro del mencionado consejo.

La pretendida fusión entre el grupo de Berberana y Paternina fue anunciada en diciembre de 2013 y suscrita en enero de 2014, aunque nunca ha llegado a formalizarse oficialmente. A fecha de hoy, después de distintas vicisitudes judiciales, no ha sido inscrita en el Registro Mercantil, ya que éste la calificó negativamente y denegó su inscripción tras rechazar el informe inicial de valoración de activos en el que apreció un desfase importante.

La operación de fusión-integración estaba prevista a través de una ampliación de capital de United Wineries por un importe de 12 millones de euros a la que acudirían los herederos de Eguizábal aportando activos, entre ellos la histórica marca de Paternina. Carlos Eguizábal pasaría a presidir United Wineries asumiendo el 26% de su accionariado. Marcas, red de distribución y fondo de comercio de Paternina iban a formar parte de la operación.

Nada de lo que fue anunciado a bombo y platillo en su día se ha terminado formalizando después de distintos vaivenes judiciales y discrepancias entre las partes que han terminado en el juzgado y dejando su defensa en manos de José María Cid Monreal, decano del Colegio de Abogados de La Rioja (United Wineries) y del abogado madrileño Juan José Brenes Barrera.

Ninguno de los dos abogados ha aportado más detalles sobre la demanda. Brenes viajó a Logroño y José María Cid prefirió esperar a ver qué sucedía en la junta. «Tengo por costumbre respetar los procesos judiciales, señaló el decano de abogados de La Rioja. El asunto está en trámites. Primero tiene que pasar por la audiencia previa que está prevista para mayo y espero que dos meses después se celebre el juicio».

El camino de la pretendida fusión tenía el pasado lunes uno de los escollos más importantes en la junta de accionistas. Los representantes de Berberana esperaban encontrar una salida a los problemas mientras que la familia Eguizábal descartaba cualquier posibilidad de acuerdo. De hecho, como demanda con la impugnación, reclamaban deshacer todo lo que se ha ido realizando.

Con el paso de los meses los problemas se han ido agudizando. Ni se ha podido hacer efectiva la fusión ni como anunció Víctor Redondo, presidente de la Corporación Financiera Arco (CFA) en febrero de 2014, la compañía ha salido a la Bolsa en Londres. Bankia, por su parte, vendió su participación en CFA el pasado mes de marzo a dos fondos extranjeros.

Tras la frustrada operación con Paternina, el presidente de Arco anunció también en su día otras adquisiciones en el ámbito alimentario que, según comentó, posibilitaría «liberarnos de la dependencia bancaria para la financiación y emitir bonos para depender de nosotros mismos».

El objetivo previsto por United Wineries para 2016 se situaba en una comercialización de entre los 50 y 60 millones de botellas, según datos aportados en su día por el grupo, y continuar con su proceso de internacionalización con Rioja como centro de negocio.