lomejordelvinoderioja

fotogalería

Jesús Arechavaleta ofrece unas explicaciones a unos turistas durante una visita guiada a Bodegas Ontañón

Las bodegas, foco turístico

  • Las bodegas son el gran atractivo turístico de Logroño durante el fin de semana

Las bodegas se han convertido en uno de los puntos más atractivos para el turismo en Logroño. Cada fin de semana las bodegas de la capital abren sus puertas para acoger visitas guiadas y mostrar no solo el proceso de elaboración, también permiten degustar su vino. En Logroño existen actualmente siete bodegas consideradas turísticas.

Los sábados y domingos es posible visitar Campo Viejo a las 10.30 y 13.00 horas y contemplar, por 10 euros, sus preciosas vistas y su espectacular parque de 70.000 barricas. En el propio término urbano de la ciudad se encuentra Franco Españolas, bodega centenaria (más de 125 años de historia) que también abre los días laborables (11.30 y 16.30 horas), los sábados cuenta con mayor amplitud de horarios de visita: 11.00, 12.00, 13.00 y 17.00 horas; además de los domingos a las 12.00 horas. Franco Españolas cuenta con una enoguardería y, además, este mismo fin de semana celebra el Mercado de Interiorismo de Nómadas Pop Up sobre diseño, arquitectura y arte.

Marqués de Murrieta ha inaugurado recientemente su precioso Castillo Ygay que a buen seguro potenciará su faceta enoturística. Para visitarlo es necesario concertar cita previa, pero merece la pena para contemplar sus 4.000 metros cuadrados de piedra y su particular museo sobre la historia de la bodega, fundada en el siglo XIX. A su lado se encuentra Marqués de Vargas, la bodega más joven de Logroño, creada en 1989 por Pelayo de la Mata en la Hacienda Pradolagar. Está abierta para visitas de lunes a viernes de 9.00 a 14.00 horas y los sábado y festivos, de 10.00 a 15.00 horas. Incluso, en vendimia, realiza visitas a grupos reducidos, con cita previa.

Bodegas Olarra, en el polígono Cantabria, también es conocida como la Catedral del Rioja por su arquitectura, con más de un centenar de cúpulas hexagonales. Aunque abre todos los días, los sábados y domingos la visita (8 euros) puede realizarse a las 11.00 y 13.00 horas. En cambio, Viña Ijalba solo abre los fines de semana bajo petición, mientras que los días laborables (incluido el viernes) es posible acceder a ella (10 euros) a las 11.00, 12.00, 17.00 y 18.00 horas. La concepción de Viña Ijalba es cuando menos curiosa, ya que fue fundada en 1975, convirtiendo las graveras de su propietario, Dionisio Ruiz, en viñedos. También existen otras referencias, como la particular Finca Valdeguinea, en El Cortijo, en la que se puede realizar una ruta por sus viñedos, previa cita (605208743); y Viña Valoria (941204059) y Altos del Marqués (941286728), en La Grajera.

Pero quizá una de las más llamativas de Logroño sea Ontañón, por su concepción de bodega-museo que ocupa la antigua fábrica de caramelos de café con leche Viuda de Solano y porque está repleta de obras del artista riojano Miguel Ángel Sáinz (1955-2002). La efeméride de que este mismo año 2015 hubiera cumplido 60 años es un buen motivo para visitar Ontañón y contemplar sus obras.

Ontañón, habitualmente, se incluye dentro de las visitas que programa el Vinobús, iniciativa de la Consejería de Turismo. La próxima cita se celebra el sábado 23 de mayo con una ruta programada que, por un precio de 15 euros, traslada a un grupo de veinte turistas de 10.00 a 15.00 horas a las bodegas Perica de San Asensio y Bodegas Riojanas y Valentín de Cenicero. En el viaje del pasado sábado 9 de mayo, realizó paradas en Ontañón, Marqués de Vargas y Corral, en Navarrete.

La temática artística que se puede comprobar en la bodega Ontañón aborda la mitología, cuenta con esculturas del Centauro, Ganímedes, Dionisio… y preciosas vidrieras. Las obras se reparten entre la sala de barricas, los depósitos y el botellero, entre otras estancias, lo que hace del recorrido por la bodega una visita enriquecedora.

Las fórmulas para visitar Bodegas Ontañón en Logroño son variadas, desde una simple con degustación de vino al final (10 euros) hasta una que incluye un curso de cata (25 euros), aunque también es posible disfrutar allí mismo de tapas y copas de vino (35 euros). También es posible conocer la bodega-museo acogiéndose a un ‘pack’ que incluye visita a la bodega y al Centro de Interpretación de la Apicultura Ecológica en Varea. «El Vinobús es algo acertado porque la gente, de forma más relajada, puede visitar la bodega, teniendo en cuenta que van a beber vino», explica Jesús Arechavaleta, responsable de Enoturismo.