Por tradición familiar, Julián Murúa ha vivido el vino siempre con los pies en ambas orillas del Ebro. El río nunca hizo de frontera para saltar de Elciego o Laguardia a Cenicero y a la inversa. Muchos lo recuerdan ahí de pantalón corto y jugando al baloncesto en el Halcones Borisa. Desde entonces, el bodeguero ha creado un gran grupo partiendo de las raíces familiares hasta contar hoy con tres bodegas en Elciego (Viña Eguía, Muriel y Marqués de Elciego), una en Cenicero (Real Compañía), otra más en Rias Baixas (Pazo Cilleiro) para completarlo ahora con la de Conde de los Andes en Ollauri con la que pretende un salto de prestigio imagen y proyección internacional. El grupo de Murúa viene a elaborar una 12 millones de botellas de Rioja al año y tiene en Inglaterra a sus mejores clientes. Allí hay dos grandes cadenas de alimentación a las que suministra vino desde hace algunos años.
Un grupo en expansión muy asentado en Inglaterra
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