El Consejo Regulador aprobó ayer por primera vez en su historia la mención vinos de Viñedo Singular, la primera diferenciación real de vinos desde el viñedo -más allá de las tradicionales crianza, reserva y gran reserva- de su historia y destinada a elaboraciones 'top' desde el momento en que producirlas tendrá un coste bastante más elevado. Asimismo, Rioja se lanzará al mercado de los vinos espumosos de calidad con una regulación específica de cultivo y elaboración propia que garantiza que no se abordará el mercado de 'precios bajos', que ha pasado una dura factura a la DO Cava.
Son dos decisiones históricas -nunca antes se había ligado la calidad de un vino al viñedo y nunca antes se había aprobado una tipología de vino diferente a la tradicional-, pero que deberían haberse completado con la aprobación de una normativa para regular los vinos de municipio y otra para actualizar los de subzona. Sin embargo, tal y como avanzaba ayer Diario LA RIOJA, estos dos últimos casos se encontraron con el bloqueo de las cooperativas y del sindicato agrario ARAG-Asaja.
No hubo votación -la presidencia decidió retirar ambas cuestiones del orden del día-, con lo que tampoco se produjo el rechazo y, de hecho, tanto cooperativas con ARAG-Asaja, insistieron ayer en que no dan el tema por cerrado: «Hemos pedido cambios y nos hemos comprometido a estudiar el tema», afirmó Fernando Ezquerro, presidente de Fecoar. «No nos gustan como están ahora redactadas las condiciones y, sólo con algunas modificaciones, lo aceptaríamos».
En la misma línea, José Antonio Torrecilla, vocal de ARAG-Asaja señaló que «estos asuntos tienen que madurarse más y, con buena voluntad de todos, es posible que salgan».
El pleno no fue fácil y, de hecho, Viñedos Singulares hubiera sido aprobado casi por unanimidad (sólo con la abstención de UPA), pero finalmente salió con el voto en contra de la UAGA alavesa: «Estamos a favor de esta figura, pero, por respeto y orden de prioridad, debería haberse votado con anterioridad el tema de la subzona y de los vinos municipales», afirmó Jesús Bauza. «El Viñedo Singular es la última figura en este tema -añadió- y, lo que nos tememos, es que, una vez aprobada, se abandonen las otras cuestiones que, para nosotros, son fundamentales».
Las bodegas
Íñigo Torres, director general del Grupo Rioja, organización que intentó hasta última hora el acuerdo para sacar adelante también los vinos municipales y de subzona, se mostró confiado en que la situación pueda reconducirse: «Me quedo con que existe un compromiso de las asociaciones por seguir estudiando estos temas porque van a aportar más valor y prestigio a Rioja».
Torres celebró, en cualquier caso, el acuerdo para sacar adelante los vinos de Viñedo Singular y los espumosos de calidad e insistió en que «estamos dando pasos muy importantes para mejorar el valor de nuestros vinos y que atienden la creciente demanda de información de los consumidores y prescriptores sobre el origen del vino».
Juan Carlos Sancha, vocal de las Bodegas Familiares de Rioja (BFR-Provir), calificó por su parte de «históricas» las dos decisiones aprobadas. «Por primera vez desde 1925 -señaló- Rioja da protagonismo a los viñedos y con el espumoso entramos en un mercado que, por ejemplo, para Borgoña, con apenas 20 años de trayectoria, supone ya un 11% de su facturación». Sobre los vinos de subzona y de pueblo, apuntó que «hay que pensar en el interés común y espero que para la próxima reunión del pleno haya un acuerdo».
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