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PABLO ORÍO
LOGROÑO.
Martes, 3 de abril 2018, 11:47
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Biome Makers, una compañía nacida en San Francisco (EEUU) con sede en Valladolid, y con la cual trabaja Bodegas Riojanas dentro del proyecto de Investigación IBEROEKA, financiado con fondos nacionales (CDTI) y regionales de la ADER, ha publicado un estudio del índice de diversidad microbiológica de más de 600 viñedos analizados a nivel mundial y que destaca a las bodegas que cuentan con parcelas de una diversidad biológica «extraordinaria».
Dos bodegas riojanas, Bodegas Roda (Haro) y Riojanas (Cenicero) estamos dentro del 'top 10' del ranking de mayor biodiversidad del viñedo. Pero, ¿qué es eso de la diversidad ecológica del viñedo? Es relativamente sencillo de explicar. Se podría definir como el número de especies diferentes que se encuentran en un mismo ecosistema. En el caso de que estamos hablando, el viñedo, dentro del ecosistema del suelo nos podemos encontrar especies beneficiosas junto con otras que no lo son tanto, pero todas ellas guardan relación entre sí. Determinados nichos biológicos son ocupados por especies beneficiosas, bien para el suelo bien para la planta, en lugar de por especies perjudiciales.
Ahora bien, ¿qué pasa si realizamos tratamientos fitosanitarios sin conocimiento? Usar herbicidas sistemáticamente, un laboreo excesivo, el uso exclusivo de abonados químicos... contribuye, por desgracia, a que nuestros 'ricos' suelos, nuestros 'terroirs', nuestra diversidad ecológica se vayan perdiendo poco a poco sin darnos cuenta. Si no controlamos el uso de estos productos pasaremos de tener suelos ecológicamente hablando comparables a la selva amazónica a tener poco menos que desiertos microbiológicamente hablando.
Nosotros llevamos trabajando varios años en sistemas de cultivo más responsables con el medio ambiente y hemos podido apreciar que, mientras que en parcelas en las cuales se realiza una viticultura donde no es prioritario el medio ambiente, tenemos una riqueza de poco más de 500 organismos mientras que, por el contrario, donde estamos trabajando en una viticultura respetuosa con el medio tenemos poblaciones de más de 1.300 especies diferentes.
Ahora tenemos que estudiar, entre otras cosas, hasta qué punto esta mayor biodiversidad influye en una menor incidencia de enfermedades de madera -uno de los grandes retos vitícolas actuales- y si nos permite evitar el uso de levaduras comerciales fermentando con levaduras autóctonas del propio viñedo.
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