Una vez que la fermentación alcohólica ha terminado, el vino se saca de los depósitos y, por tanto, deja de tener contacto con el sombrero, que hasta entonces ha estado en la parte de arriba del depósito y que está formado por pieles, pepitas, pulpas...
Como explica 'El Educador en Vinos' en el vídeo, cuando el vino se saca, ese sombrero desciende, y queda en la parte baja del depósito. El nombre que recibe esa 'pasta' es heces del vino o fangos y puede destinarse a un nuevo filtrado o se puede vender a alcoholeras para hacer orujos, aguardientes y otro tipo de alcoholes.
Imagen del interior del depósito, con el sombrero ya en la parte de abajo /